Dos agentes de la Sección Táctica Operativa (STO) de la delegación Centro de la Policía Nacional Civil (PNC), en San Salvador, realizaban un recorrido de rutina sobre la calle Rubén Darío a eso de las 12:35 del mediodía del día 2 de agosto de 2017.

A través de sus radios comunicadores fueron alertados por elementos del sistema de emergencias 911 de que un cabo destacado en la sección de Turismo necesitaba apoyo por un procedimiento que realizaba a un costado del Teatro Nacional.

Por ello, los dos policías aligeraron sus pasos y se dirigieron hacia la avenida Monseñor Romero y calle Delgado. En ese lugar encontraron a su compañero y a una persona más, quien en ese momento se identificó como Erick Hernández González.

El sujeto aseguró que era un agente de la corporación policial y les indicó que había sido víctima de robo, que unos hombres le acababan de robar su arma de equipo.

Debido al percance y a la insistencia del despojo al que había sido sometido uno de sus "compañeros", los agentes solicitaron refuerzos y otros elementos llegaron a bordo de una patrulla con la que ejecutaron un operativo de búsqueda para encontrar a los supuestos maleantes.

Sin éxito alguno, regresaron al lugar en donde estaba Hernández González para comunicarle que no habían localizado a los supuestos ladrones.

Falsa identidad

Luego de realizar el operativo en calidad de emergencia, los agentes solicitaron el registro de Hernández González a la base de datos de la corporación policial para verificar su identidad y conocer a qué delegación o unidad pertenecía.

Para sorpresa de todos, el sujeto no era policía, por lo que le realizaron un registro y al encontrar su Documento Único de Identidad (DUI) resultó que su nombre no era Erick sino Alexis G. A., un ciudadano de 30 años originario de Santiago Nonualco, La Paz.

A eso de las 3:45 de la tarde, y tras ser identificado por su verdadero nombre, fue detenido bajo los cargos de simulación del delito por reportar que había sido víctima de robo. Ese cargo contempla una pena de seis meses a un año de prisión por generar una actividad policial.

Este no sería el primer proceso en contra de Alexis. En agosto de 2010, cuando tenía 23 años de edad, estrenó sus antecedentes penales tras ser condenado a tres años de prisión.

En ese año, el Tribunal 4° de Sentencia lo condenó, luego de instalar una vista pública en su contra por el delito de robo tentado cometido en La Paz, por lo que pasó un tiempo recluido en el penal de Quezaltepeque, La Libertad.

Tras el desarrollo del proceso judicial por el caso de delito simulado, los hechos pasaron hasta el Tribunal 1° de Sentencia, en donde se instaló una vista pública para poder determinar si Alexis era o no culpable de la simulación de un delito.

El juez determinó que la Fiscalía General de la República (FGR) no pudo destruir la presunción de inocencia del imputado, debido a que la culpabilidad no fue establecida con certeza, en otras palabras, consideró que el hombre no había cometido delito.

Además, consideró que los hechos acreditados no fueron totalmente congruentes con la hipótesis fiscal, por lo que no pudo ser probado con lo descrito en la audiencia. Por ende, Alexis quedó absuelto del delito, de la responsabilidad civil y de los costes procesales.