• Diario Digital | martes, 16 de abril de 2024
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Judiciales - Proceso abreviado

Dos sujetos se hacen pasar por pandilleros para privar de libertad y golpear a un hombre que junto a su familia esperaba el bus en Soyapango

Luego de sufrir torturas de verdaderos pandilleros durante dos años en prisión, la jueza decidió ponerlos en libertad, pero serán vigilados por un tribunal. 

Pandillero detenido
Dos sujetos se hacen pasar por pandilleros para privar de libertad y golpear a un hombre que junto a su familia esperaba el bus en Soyapango

Valiéndose de los altos indices de delincuencia que se le atribuyen a las pandillas, dos hombres se hicieron pasar como miembros de estas estructuras criminales y privar de libertad a a un hombre que junto a su familia que esperaba el bus en Soyapango. Ambos recuperaron su libertad gracias a un procedimiento abreviado.

El 30 de octubre de 2017, Carlos y María (nombres modificados por seguridad) decidieron ir de paseo junto a su hijo, sin saber la pesadilla que estarían por vivir al toparse en el camino con Héctor Israel Arévalo, de 19 años, y Samuel Josafat Zelaya, de 31.

El reloj marcaba cerca de las 12:30 del mediodía y la familia estaba por salir de la colonia en la que residían cuando los dos sujetos que actuaban y vestían como pandilleros los interceptaron para amenazarlos.

 “Aquí controla la MS”, fueron las palabras con las que Arévalo se dirigió a la familia que se llenó de temor por los ademanes realizados por el sujeto, fue en ese momento que Zelaya tomó por la espalda al hombre para llevarlo a un callejón.

Angustiados y en estado de shock, María y su hijo solo se abrazaro y comenzaron a suplicarles a los delincuentes que no fueran a matar a Carlos quien en ese momento era asfixiado por uno de los agresores.

 “Suéltenlo, suéltenlo”, eran las suplicas de la mujer al ver que su esposo estaba siendo golpeado. Minutos después, María reaccionó y comenzó a gritar: “¡Policía auxilio, ayúdenos nos quieren matar!”.

Los gritos desesperados de la mujer no hicieron efecto en los agresores quienes no dejaban de golpear a su víctima. Fue hasta que policías de la zona acudieron al lugar que los dos sujetos cesaron en su ataque y comenzaron a correr, pero fueron detenidos metros más adelante.

Su estancia en prisión

El 3 de noviembre del 2017, cuando se realizó la audiencia inicial Samuel señaló dijo ser inocente y que ese día se encontraba con su amigo Héctor con quien fue a sacar una fotocopia de un documento de su hermana.

La parte juzgadora no dio crédito a lo señalado por los imputados quienes fueron enviados a prisión mientras se desarrollaba el proceso judicial. Tanto Arévalo como Zelaya nunca habían estado en prisión, lugar en el que ambos dicen que fueron maltratados.

Según lo dicho por los imputados, varios pandilleros se enteraron de los hechos por los que ambos estaban en prisión y por eso fue que sus compañeros de celda no los dejaron comer ni tomar agua durante tres días.

Luego de la primer semana, ambos imputados pidieron ser trasladados a Mariona para ser tratados como “civiles” ya que reiteraban, una y otra vez, que no eran pandilleros, algo que la Fiscalía no pudo desvirtuar.

El procedimiento abreviado

Luego de permanecer casi dos años en prisión, Arévalo y Zelaya decidieron confesar los hechos y evitar permanecer más tiempo en prisión gracias a un procedimiento abreviado que fue avalado por el juzgado Sexto de Sentencia de San Salvador.

 “Si son fumones, cálmense y si les gusta el chupe tienen que abstenerse”, esa fue la principal advertencia de la jueza a cargo del proceso quien condicionó la libertad de ambos a una serie de medidas de control.

Ambos imputados asentaron con la cabeza como sinónimo de aceptar las medidas que la juzgadora les impuso, por lo que tendrán que alejarse de loa grupos criminales, residir en el mismo lugar y presentarse a los tribunales durante un año, esto será vigilado por un tribunal de vigilancia penitenciaria.

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