Víctor Manuel Alfaro Molina intentó asesinar a su jefe para después quedarse con su negocio ubicado en un mercado de San Salvador. El sujeto había sido recomendado para trabajar en el lugar por un amigo de confianza.

En enero de 2021, un testigo escuchó cuando Alfaro planificaba junto a otros sujetos matar a su patrón. Posteriormente, el testigo informó al comerciante del atentado del que iba ser objeto, por lo que decidió interponer la denuncia a la Policía.

Alfaro fue detenido y enfrentó días después la vista pública en el Tribunal Segundo de Sentencia, en donde fue condenado a 10 años de cárcel al ser encontrado culpable de proposición y conspiración en el delito de homicidio; además, recibió una condena en responsabilidad civil de $1,680.

En la audiencia rindieron su declaración la víctima y el testigo, quien escuchó los planes del condenado para acabar con la vida del dueño del negocio.

Durante las investigaciones, la Fiscalía obtuvo el celular del condenado y sustrajo la conversación que mantuvo con otros sujetos con quienes planificaba el asesinato.