“Soy el prófugo más orgulloso del mundo”, esta es la frase con la cual el periodista Lafitte Fernández comenzó un comunicado que publicó en redes sociales luego de saber que el Juzgado Quinto de Paz de San Salvador había girado una orden de captura en su contra por la divulgación de material reservado para judicializar a Francisco Flores.

Fuera de El Salvador, Fernández dijo que “cumplí como periodista cuyo único pecado fue contribuir para que un país entero conociera que un presidente, mientras ejercía su mandato, recibía millones de dólares en una cuenta privada, desde Taiwán”.

El comunicador es procesado junto con junto con el exfiscal Diego Balmore Escobar Portillo, y el expresidente de la república, Mauricio Funes, por revelar el Reporte de Operaciones Sospechas (ROS) que dio inicio a un proceso judicial en contra de Flores.

En su extenso comunicado, Fernández explicó que no teme del proceso judicial o alguna acción en su contra y señaló al exfiscal general, Douglas Menéndez, de abrir este caso por tener “la peor doble moral que he conocido en mi vida”.

El ROS fue el documento con el cual Funes mostró las irregularidades de la administración del exmandatario de ARENA, documento que hizo llegar hasta la Asamblea Legislativa en donde se creó una comisión especial para evaluar dicha situación.

“Soy prófugo. Sí lo soy. Pero eso no me da una sola pizca de vergüenza. Duermo tranquilo. Si por llevar un “corrupto” a la cárcel pago ese precio, lo haré cuántas veces deba”, concluyó.

A Funes, Escobar Portillo y Fernández Rojas se les atribuyen los delitos de revelación de hechos, actuaciones o documentos secretos por empleado oficial, según la Fiscalía General de la República (FGR), podrían ser sancionados con cuatro a seis años de prisión.