El 20 de noviembre fue detenida Ángela Graciela Canjura Arévalo, de 50 años, acusada del delito de estafa agravada en perjuicio de, al menos, 37 personas.

La detención se realizó en el autolote de vehículos usados de nombre Grupo Bellota, ubicado en la calle a San Antonio Abad, local #1817 en San Salvador.

Según fuentes judiciales cercanas al caso, Canjura Arévalo, se dedicaba a la compra y venta de vehículos con financiamiento y contactaba los clientes a través de Facebook y los atendía en el local.

La detenida les decía a las víctimas que para la adquisición de un vehículo con financiamiento, sólo tenían que dar una prima no menor de $500 ya que la cuota mensual les quedaría dependiendo el carro que compraran.

"A veces servía de intermediaria, si al cliente le gustaba un determinado vehículo ella les decía que le dieran $500 para apartárselo, pero después, no les entregaba el automotor ni les devolvía el dinero", detalló una fuente judicial.

Dicha fuente relató a El Salvador Times que al momento son 37 las víctimas, aunque la cifra puede incrementarse.

Antes de que Canjura Arévalo fuese detenida, llegaron hasta el autolote varias de las víctimas a exigirle la devolución de los anticipos o por los vehículos que ellos habían apartado, sin embargo, al no tener respuesta, uno de los ofendidos llamó a la Policía Nacional Civil (PNC) para denunciar en grupo a la mujer.

El lunes en la mañana se realizó la audiencia inicial en el Juzgado 7° de Paz de San Salvador contra Canjura Arévalo, en donde el juez le decretó detención por el delito de estafa agravada.

La mujer no estuvo presente ya que está en las bartolinas de la Unidad de Servicio Extraordinario (USE) de la Policía, mejor conocido como el "penalito". 

"Nos dio sopa de pitos pero sin frijoles"

Algunos de los clientes al enterarse de la captura de la mujer, mostraron su malestar a través de redes sociales por lo que se sintieron ofendidos y estafados.

"Hay víctimas que entregaron de prima hasta 2,500 dólares en efectivo, otras en cambio  dejaron su vehículo a cambio que la imputada les diera dinero en efectivo, efectuando un primer pago, pero después ya no cancelaba", detalló una fuente fiscal.

Uno de los estafados expresó: "Nos dio sopa de pitos pero sin frijoles".

"Y como le creyeron a la señora y dar dinero sin recibir nada...Cuándo fue esto, ella me debe $1,300...¡¡Que vieja pu...nos timó a bastantes, ojalá se pudra en la cárcel", fueron los comentarios de otras personas afectadas.

Algunos de los afectados también preguntaban por Facebook a dónde debían ir a interponer la denuncia.

Algunas de las víctimas se presentaron en el Juzgado 7° de Paz de San Salvador.