Un mecánico que se reunía en un grupo de los Alcohólicos Anónimos (A.A.) de San Salvador atacó con una navaja a un compañero a quien —sin tener motivos— amenazaba cada vez que se lo cruzaba.

En su afán por librarse del alcoholismo, Isidro (nombre cambiado por seguridad) llegó a una sede de los A.A. donde conoció a personas que le ayudaron a librarse de su problema. Tres años después se había convertido en ejemplo del grupo.

En 2016, Carlos R., un mecánico de 47 años, llegó al mismo grupo en una situación similar, con el agravante de dar muestras de ser problemático, en especial con Isidro, a quien comenzó a insultar repentinamente.

Según el expediente judicial, la víctima no tomó en cuenta los ataques verbales del imputado pues temía que al responder la situación se agravaría. Tres meses tuvo que soportar las provocaciones.

El 1 de marzo de 2016, Carlos fue más allá de los insultos e que intentó agredir a Isidro tomándolo por los hombros; al no lograr su cometido le dijo: “Me han dado ganas de matarte, pero te voy a dar unos días más”.

La víctima se asustó. Nunca imaginaba que la nueva vida en el grupo lo llevaría al peligro. En su intento de calmar la situación intentó conversar con el mecánico. “Seamos amigos. El grupo se trata de eso”.

“Te voy a dar unos días más”, lo sentenció su agresor mientras se daba la vuelta.

Tras ese episodio, Carlos no se presentó al grupo por cuatro días. Isidro se tranquilizó porque creyó que el comportamiento del mecánico  derivaba de la adicción al alcohol.

Pese a ello, cierto día en que se reuniría el grupo se preparó para dar una charla con su testimonio para los nuevos integrantes de A.A.. Iba a ser la noche del ataque.

A las 8 de la noche, Isidro subió a la tarima para contar una vez más su experiencia dentro del grupo; desde el público, Carlos no le perdía la vista mientras este repasaba las dificultades vividas por su adicción.

Repentinamente, Carlos se levantó de su silla y le gritó: “¡Hoy es el día!”, desenfundó  una navaja y se lanzó a atacar a Isidro. La escena dejó perplejo al resto de asistentes quienes vieron cómo la víctima luchaba para esquivar a su agresor.

Pese a que se libró de varios navajazos, Isidro fue herido y como pudo salió corriendo del lugar para  refugiarse de su agresor, quien lo seguía para matarlo.

Finalmente, Isidro logró llegar hasta la base de una institución de socorro de donde fue trasladado al Hospital Nacional Rosales; ahí quedó ingresado por varios días hasta recuperarse de las heridas.

Después del altercado, Isidro interpuso una denuncia en contra de Carlos, quien fue detenido por el delito de homicidio imperfecto tentado. Será el tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador el que hará el juicio por este caso el 10 de agosto del presente año.