A partir de

Cervezas Regia y Suprema pasan a manos de un miembro de la familia Simán

Cervezas

El anuncio fue realizado por las autoridades de la Superintendencia de Competencia, quienes auditaron el proceso.

Autoridades de la Superintendencia de Competencia anunciaron que la empresa Cervecería Salvadoreña es la nueva propietaria de las marcas Regia y Suprema.

El proceso de venta de las marcas fue definido por Industrias La Constancia, quienes se van a quedar con las marcas Pilsener y Golden.

De una larga lista de posibles compradores, Industrias La Constancia (ILC) decidió vender las marcas Regia y las tres presentaciones de Suprema a Rolando Simán, hijo del propietario de los almacenes St Jacks, a quien consideraron que cumplía los requisitos para una sana competencia en el mercado.

El exprecandidato de ARENA y representante del Grupo Simán, Javier Simán, desligó al consorcio de la compra de las bebidas. "La compra de las marcas de cerveza Suprema y Regia no somos nosotros.  Es un pariente nuestro tambien Siman pero no es parte de nuestro grupo", dijo Javier Simán a este medio. 

Según lo detallado la empresa que adquiere estas dos marcas es de capital salvadoreño y guatemalteco. La sociedad está constituida desde agosto de 2017.

“Estamos orgullosos de haber sido seleccionados para la compra de las marcas Regia y Suprema… potenciaremos estas marcas incrementado el valor que tienen para todos los salvadoreños”, dijo Simán.

De acuerdo a declaraciones de Simán, Cervecería Salvadoreña es liderada por empresarios con más de 30 años de experiencia en producción y distribución de productos de consumo masivo.

El empresario afirmó que habrán innovaciones, las cuales se irán dando a conocer poco a poco, al igual que la ubicación de la planta que está en construcción.

En este proceso de desinversión existe un contrato entre ILC y Cervecería Salvadoreña, en donde van a prestar servicio durante un periodo de tres años que se puede llegar a extender hasta seis años, es decir que seguirán produciendo y distribuyendo las marcas vendidas hasta que la nueva planta inicie su producción.

Este proceso de desinversión fue evaluado por el agente de monitoreo Duff & Phelps, firma que dio seguimiento a las condiciones impuestas en esta concentración económica.

En enero de 2017, ILC anunció que venderían dos de sus marcas cerveceras a la fusión AB InBev con Sab Miller, quienes ya estaban presentes en el país con la marca de PEPSI y todos sus productos.

Este fue un requisito impuesto por la Superintendencia de Competencia (SC), ya que una sola empresa no debe tener el control de la producción y distribución de cualquier tipo de productos