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Política - Interna

Convulsión en el FMLN: Los problemas internos que saltan a la vista

Óscar Ortiz y el excandidato presidencial, Hugo Martínez, son los rostros que ponen de manifiesto algunas cuestiones de las que adolece el partido y hasta han señalado acciones  "conservadoras, autoritarias, intolerantes, dogmáticas y populistas".

Comisión Política FMLN
Convulsión en el FMLN: Los problemas internos que saltan a la vista

Tras la debacle electoral del 3 de febrero, el FMLN se había mantenido -al menos públicamente- como un solo bloque. Sin embargo, en los últimos días se van evidenciando pinceladas de una convulsión que deja a la vista los problemas internos que tiene el partido oficial. 

Aunque el FMLN ha sido más mesurado en mostrar sus diferencias que ARENA, las diferencias están a flor de piel y han comenzado a mostrar las inconformidades internas.  

Uno de los últimos en evidenciar los problemas ha sido el excandidato presidencial, Hugo Martínez, quien reclamó en público que hubo personas de las direcciones departamentales y hasta de la dirección nacional que habían llamado, antes de las internas, a la militancia para pedir que no votaran por él. Una tibia respuesta del partido llegó diciendo que había instancias a las que acudir si tenía denuncias.

“Yo nunca escuché que nadie de la dirección llamara para no votar por Hugo, nosotros desde el momento en que se inscribieron las candidaturas permitimos el juego limpio y transparente y eso me consta a mí”, dijo la jefa de fracción del FMLN, Nidia Díaz a este medio cuando se le consultó sobre la situación del excanciller.

Unos días más tarde de lo dicho por Martínez, el vicepresidente de la república Óscar Ortiz lanzó un comunicando donde pedía que se erradicaran pensamientos y acciones “conservadoras, autoritarias, intolerantes, dogmáticas o populistas”. A la vez pidió erradicar prácticas “nocivas y antiéticas en el ejercicio del poder”. Las dos heridas tienen la misma agravante, provienen de dos de sus símbolos.

Resultados que se ajusten a lo que ellos quieren…

Luego de la derrota, Martínez salió ante los medios, completamente solo a aceptar los resultados, nadie de la cúpula lo acompañó. Unos días después de que ARENA lo anunciara, el Frente dijo que adelantaría las internas y que se elegirían a todas sus estructuras de dirección. El secretario general, Medardo González, pedía que ningún excomandante buscara competir por la dirección.

Las primeras voces de que algo estaba mal provinieron de uno de los pesos pesados históricos del partido, Óscar Ortiz, quien dijo no sentirse vetado por lo dicho por el máximo dirigente. Posteriormente, se reunió con Martínez para hablar de reingeniería y renovación. La dirigencia dijo no tener problemas, pero no lo veía con tan buenos ojos.

Ortiz no se detuvo ahí e hizo una serie de denuncias enfocadas a que el partido estaba cerrando el padrón para las próximas elecciones presidenciales y eso, dijo, era con la intención de comprimir el listado para “que se ajusten a los resultados que ellos quieren” y que se estaba manipulando para sacar a los que no apoyaran a quienes están al frente.

La respuesta no se hizo esperar de parte de su partido, quien dijo que se iba a usar el mismo padrón que se utilizó para elegir a Martínez y que si se estaba cerrando era para evitar el clientelismo político, es decir que algunos llevaran a personas para que voten por ellos. Sin embargo, no dijeron quiénes lo habían hecho. La tensión se mantuvo vigente.

El “pulso” entre Ortiz y los excomandantes no era algo nuevo. Desde hace 19 años algunos vienen señalando las diferencias entre el vicemandatario y su partido cuando aún existían las “corrientes de pensamiento”. En aquel momento, a Ortiz se le vinculó con los que fueron “Renovadores”, grupo que fue muriendo a medida avanzaba el mandato de González.

Eliminar “deficiencias y malos hábitos”

En una entrevista televisiva, Martínez valoró la actualidad del partido e hizo algunas denuncias de irregularidades que estuvieron presentes en las elecciones en las cuales fue electo y en las que estaban involucrados miembros de la dirección intermedia y hasta algunos de la dirección nacional.

Antes de la aparición de Martínez con intenciones presidenciales, la cúpula había elegido como “caballo ganador” a Gerson Martínez, frase que utilizaron voces de peso en el partido para calificarlo, pero la escena iba a ser interrumpida con Hugo anunciando su entrada en un evento del mismísimo vicepresidente Ortiz, una declaración de intenciones.

Se cumplió aquello de que el “caballo” que alcanza gana, porque la militancia prefirió al excanciller antes que al extitular de Obras Públicas. En las elecciones, Martínez tuvo que enfrentar, según lo dijo en la denuncia, que algunos de la dirección intermedia y dirección nacional pidieran que no se votara por él “ese tipo de intervenciones deben quedar en la prehistoria”, dijo.

Otras de las cosas que señaló es que en el partido se deben eliminar “deficiencias y malos hábitos” que en algún punto de la historia los desarrolló el farabundismo y pasar a ser un partido más abierto y cercano para la gente.

El trabajo debe ser duro porque los números que cosecharon fueron alarmantes, solo superaron su primera participación histórica, ni su voto duro creyó en ellos y totalizó más de 1.1 millones de votos perdidos con respecto a las presidenciales 2014.

En la misma entrevista, Martínez pidió que los que quieran ser parte de las estructuras dirigenciales rojas que tengan otro modo de vida para no estar con “esas ansias” de tener que quedar en la estructura o en el gobierno para poder sobrevivir. Declaraciones duras que no gustaron a más de algún miembro de la dirección general.

Juntos, pero no revueltos

Las denuncias llegaron por el “renovador” Ortiz y por el excandidato y teniendo en cuenta de que Martínez anunció sus aspiraciones mientras tenía a la espalda al vicepresdiente la lógica indicaba que ambos estaban del mismo lado, sobre todo por la reunión que sostuvieron para hablar temas del partido que tuiteó Ortíz.

La situación entre los “aliados” podría haber cambiado en las últimas semanas. Las alarmas se dispararon por una publicación en redes sociales que podría quedar solo en rumores, pero palabras de Martínez alimentaron de agua del río. En redes se sugería que el excanciller consiguió la “aprobación” de la dirigencia para tomar las riendas del partido y que Ortiz se distanció de él.

En la entrevista que dio Martínez a Noticiero Hechos, trató diversos temas del partido y uno de ellos fue las próximas elecciones internas, donde dijo que, todavía, no ha tomado una decisión si competir o no y cuando se le consultó que pensaba de si Ortiz se inscribía para la secretaría general, dijo que prefería que fueran personas nuevas.

“Siempre he considerado como misiones cuando me toca dirigir y si esa misión o tarea se plantea pues estaría dispuesto a discutirlo con la militancia”, respondió cuando se le insistió de que el suyo era uno de los nombres que sonaban sustituir a González.

Renovación en medio de amenazas de desaparecer en 2021

La palabra clave del FMLN y a lo que debe someterse, de acuerdos con diversos analistas políticos, es “renovación”. Sobre todo para un partido en el que los mismos rostros han estado al frente, de alguna o de otra manera, desde hace décadas. La longevidad de González en la silla de la secretaría es una muestra.

El castigo que recibió de la población al buscar su tercer mandato consecutivo fue duro, esos 1.1 millones de votantes menos, con respecto a la segunda vuelta de las presidenciales del 2014, dejaron al FMLN al borde de la extinción, relegado a una tercera fuerza política y observando como el personaje al que habían echado en octubre de 2017 convertía en presidente de manera holgada.

El factor por el que los analistas creen que el FMLN es el gran perdedor de las presidenciales no es solo por no mantener el Ejecutivo, sino por cosechar una segunda paliza al hilo. La primera, en marzo 2018, dejó al partido con 13 escaños menos que ARENA y sin una aritmética legislativa favorable, al punto de que los tricolores pueden buscar acuerdos para decisiones simples y calificadas sin los votos rojos.

El reto del partido es dar el giro de timón lo antes posible, porque las legislativas y municipales del 2021 están en el horizonte, pero para pensar en eso deben superar las internas de su dirigencia en junio próximo y posteriormente los comicios en los que van a escoger a los candidatos a alcaldes y diputados que van a plantar en las papeletas.

Algunos han señalado el FMLN de “jugar con fuego”, el final de ese dicho popular sentencia que el que lo hace se termina quemando.

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