Como herencia de la crisis económica de España, se acuñó y llegó a El Salvador el término “nini”, usado para definir a aquellos jóvenes entre los 18 y los 35 años que “ni” estudian “ni” trabajan. Hoy en día, en el país uno de cada cuatro jóvenes son nini, según lo reveló un estudio de mayo hecho por FundaUngo. En total, se estima que unos 415,000 pertenecen a esta condición.

Ante la problemática, el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, anunció –como medida de prevención en aquellos municipios más peligrosos-, la entrega de un subsidio a dichos nini. Por el momento, la cifra de jóvenes que pretende beneficiar son 15,000 del municipio de Mejicanos, sin embargo, esto solo es el plan piloto del proyecto completo.

Aunque el mandatario no precisó una cifra, sí se comprometió a dar una ayuda económica por 12 meses para que el joven que no estudia ni trabaja “pueda tener formación y si tienen formación, enviarlo a pasantías, para que trabaje”.

La noticia cayó como un balde de agua fría sobre la opinión pública, la oposición e incluso en algunos viejos aliados del Gobierno, quienes no solo lo consideran "populista o electorero", sino una medida contraproducente que generará juventud más ociosa.

 Para el diputado de ARENA, David Reyes,  no solo la cantidad de beneficiados es mínima tomando en cuenta los 400,000 que están en esta condición, sino que esta medida puede hacer más daño que beneficio a los jóvenes.

“Esta medida con un alto grado de populismo, lejos de ayudarle al joven, le perjudica porque el joven salvadoreño lo que necesita son herramientas, lo que necesita son capacitaciones y formación que le permita poder producir en nuestra sociedad”, aseguró el legislador. Agregó que es mejor enseñarles a pescar en lugar de darle alimento en la boca.

Otra voz que coincidió con el legislador tricolor es el diputado del PDC, Arnoldo Marín, quien manifestó que esta medida ha dejado mucho que desear. “Creemos que es una medida bastante populista, ojalá que el gobierno pudiera pensar porque va a ser una garduña, una piñata el reparto de ese dinero. Creo que no es justo que el pueblo salvadoreño se está quejando de que mucho impuesto está pagando para que se empiece a regalar a diestra y siniestra”, declaró.

Por su parte, el diputado de GANA, Mario Tenorio, lamentó que se estén dando estos beneficios cuando el país no está en las mejores condiciones financieras. "Esto no es ninguna piñata para que se esté haciendo fiesta con estos recursos", dijo.

El diputado de ARENA, René Portillo Cuadra también criticó que se dé dinero en efectivo. "Esto volverá ociosos a los jóvenes", manifestó. Agregó que se debe mejor invertir en becas, subsidios en pasaje de bus, programas de capacitación y tecnificación en lugar de beneficiarlos con dinero en efectivo. “Darles dinero para no hacer nada es una ofensa para los que pagamos nuestros impuestos a tiempo”, señaló.

Una medida electorera

Pero los legisladores no se quedaron hasta ahí, incluso manifestaron una gran desconfianza ante la posibilidad de que este subsidio se convierta en un asunto electoral y político, que un verdadero beneficio para los jóvenes. Además, lamentaron que la contribución especial de seguridad que se carga a los servicios de telecomunicaciones sea utilizado para este fin.

Para Tenorio este es el problema más grave de la medida anunciada por el mandatario. “Estar prácticamente financiando este tipo de programas desnaturaliza la intención que se tuvo y que desarrollamos con nuestros votos para cargar con un porcentaje a la población en cuanto al consumo de las llamadas telefónicas por lo tanto yo lo he dicho no es conveniente”, destacó.

Añadió que esto podría generar adeptos para las próximas elecciones y beneficiados con el impuesto que pagan todos los salvadoreños.

Para el legislador este programa desenfoca el verdadero espíritu del graven de las telecomunicaciones, ya que debería de estar orientado a fortalecer la policía y la Fuerza Armada, no para lograr votos con adeptos que serán más dependientes del Estado.

Ante la molestia que ha generado en la oposición, ARENA ya sentenció al Ejecutivo que no aprobará más préstamos, porque hasta ahora no se ha hecho más que dilapidar los fondos.

“Como ARENA no aprobaremos ni un préstamo más para dilapidar los fondos públicos con los que el gobierno cuenta porque ese dinero es del pueblo, no es para estos programas”, sentenció Portillo Cuadra.

Por su parte, Norman Quijano, fue mucho más enfático: “El enfoque tiene que ser para seguridad y con ese pretexto disfrazado que es para prevención de violencia están ocupando el dinero recolectado del impuesto de telecomunicaciones para contratar activistas políticos, vinculados a pandillas que no digo que todos, pero van a ser los que sean sus grupos de choque para las próximas elecciones”, especuló.

FMLN defiende subsidio

En tanto, la presidenta de la Asamblea, Lorena Peña, salió al paso de las críticas y trató de defender el programa que el Ejecutivo ha anunciado, el cual calificó como “interesantísimo” y dijo corresponde a una visión holística que tiene el presidente de la República en torno a la problemática de la violencia, pues toca el punto de la represión pero también la prevención.

“No es dinero (lo que se les va a dar), el presidente explicó ayer que va a generar 15,000 oportunidades laborales”, aclaró la legisladora. Aseguró que este programa además incluye la reparación de 704 escuelas para que estudien alrededor de 24,000 niños y adolescentes, así como la oportunidad de que 75,000 bachilleres accedan a pasantías.

La legisladora también dijo que quienes piensan que se les va a entregar dinero para fomentar la vagancia no han entendido el programa. “No es un subsidio de que se le da dinero para que siga vagando, sino que es a cambio de un empleo. Tienen que trabajar”, aclaró.

Por su parte, el diputado del PCN, Mario Ponce, fue el único legislador de derecha que se mostró de acuerdo en implementar este programa, ya que aseguró la prevención es igual de importante que la represión.

“Yo lo veo bien, no estoy diciendo que el dinero se va a repartir como naipes en una mesa de juego de cartas estamos hablando que es para aquellos jóvenes que quieren aprender un oficio, son los que van a optar para hacer las pasantías correspondientes”, aseguró.

Mientras tanto, con más dudas que certezas gran parte de la población incluidos los diputados de la Asamblea, no ven con buenos ojos entregar beneficios económicos a los jóvenes que no estudian ni trabajan. Aún hay mucha tela que cortar para conocer cuál será el monto, quiénes serán los beneficiados y cómo se disiparán todas las dudas legítimas que genera un subsidio más para las apretadas finanzas del Estado.