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Política - Perfiles

Gustavo López Davidson: Pasión, liderazgo y humildad es su fórmula para buscar la presidencia

El 22 de abril próximo serán las internas de ARENA para elegir al candidato tricolor para las presidenciales de 2019. López Davidson quiere ser presidente, pero sobre todo quiere trabajar para devolver la esperanza a los salvadoreños.

gustavo lopez davidson
Gustavo López Davidson, aspirante presidencial de ARENA.
Gustavo López Davidson: Pasión, liderazgo y humildad es su fórmula para buscar la presidencia

Su nombre lleva historia y suena en la memoria de los salvadoreños desde 1949. Ese año, un 27 de febrero, sus padres fundaron la empresa farmacéutica Laboratorios López. Más de medio siglo después, Gustavo López Davidson es el presidente de dicha empresa y uno de los empresarios más sobresalientes de ese sector.

Este salvadoreño de 56 años ahora busca hacer más por su país, pero desde una trinchera diferente: la política.

López Davidson es uno de los tres precandidatos para la presidencia de El Salvador del partido ARENA. Sin embargo, para llegar a competir por la silla presidenciales tiene que pasar el filtro número uno: el de su partido y competir contra los que él considera sus amigos.

Así, Javier Simán, Carlos Callejas y Gustavo López son los principales adversarios que podrían ser uno de los candidatos que vayan hacia los comicios presidenciales en 2019 bajo la bandera tricolor. Los tres son empresarios reconocidos del país y buscan mejorar las condiciones. Sin embargo, la fórmula de López combina la pasión, el liderazgo empresarial y, principalmente, la experiencia en salud y educación.

Gustavo nació el primero de octubre de 1961 y desde muy pequeño se empeñó en ser el mejor y hacer todo, como él dice, “con ganas”. Ese espíritu lo aplicó en cada cosa que hacía. Recuerda que el empeño lo llevó a representar al país en las disciplinas deportivas de equitación y tenis, logros que lo marcaron y de los que se siente orgulloso. Gustavo López Davidson se considera un hombre humilde y con mucha pasión.

Es el menor de cinco hermanos que fueron criados por Thelma Davidson y Gustavo Adolfo López, quienes lo formaron y los inscribieron en las escuelas más prestigiosas de San Salvador. Recuerda que la noche en la que se graduó de bachillerato, varias bombas cayeron en zonas de San Salvador, eran los tiempos en los que comenzó la guerra civil salvadoreña “fue época difícil. A uno le impacta”, señaló.

La inspiración del mayor 

Su vida política comenzó antes de cumplir los 18 años. Para entonces, ya había puesto su brújula donde debía avanzar para mejorar el país.  “Tenía las ideas muy claras de lo que era mejor para el país”, manifestó, mientras recordaba sus inicios en el partido tricolor. Al cumplir la mayoría de edad decidió firmar la hoja que fundó a uno de los principales partidos políticos de derecha: ARENA.

Tiene presente ese momento como si fuera ayer cuando escuchó al que sería desde entonces su máximo líder: el mayor Roberto d´Aubuisson.

“El nacionalista puro es aquel que no busca elogios, es el que prefiere dar que recibir, el que tiene como juez y abogado al tiempo”, fue una de las frases que d’Aubuisson pronunció y que retumbaron y retumban en la mente y en la vida de Gustavo.

Esas palabras lo marcaron tanto que está no es la primera vez que Gustavo está cerca de un cargo público. En 2003, se preparó para competir por la alcaldía de Soyapango, pero además hasta ese mismo año formó parte del Consejo Ejecutivo Nacional, la máxima dirigencia del partido tricolor. Es decir, su pertenencia y trabajo con y para el partido no es nueva.

De allí que Gustavo se considere un hombre institucionalista, autónomo y de derecha. Su meta de llegar a ser presidente no es algo que viva a la ligera. Se presenta como un contrincante con madurez política y dice sentirse contento de ser parte del proceso que la directiva de su partido ha aceptado.

“No es que me muero por ser presidente, yo tengo mi ego tranquilito. Se trata de qué puede uno aportar”, dijo con un tono sereno.  

“Soy una persona que le gusta ser competitivo… Siempre a nivel del trabajo y en todo lo que he hecho en mi vida. Hay que hacerlo con mucha pasión, pero con bastante humildad. Uno para ser el mejor tiene que tener humildad para poder aprender también de otros”, dice el presidenciable. 

Y remarca: “Siempre busqué ser competitivo, no a medias. Eso nunca es bueno, si uno va a hacer algo tiene que hacerlo con ganas”.

Gustavo se muestra crítico ante las dificultades del país. Por eso no omite decir que existían problemas durante los gobiernos de ARENA (1991-2009), pero no  fue hasta el 2009, con la victoria del FMLN,  que se acentuaron. “Tenemos una coyuntura real, hemos retrocedido con estos gobiernos (del FMlN)” señaló.   

El estandarte de la esperanza

Como precandidato ha sido el más prudente para llamar a los correligionarios de ARENA a votar por él, pero no vacila en reconocer que su meta es disipar la desesperanza.

“No quiero que nuestro país se acostumbre a no tener esperanzas, para mí pensar en un mejor país para todos me motiva”,  sostiene Gustavo, luego de preguntarle sus motivaciones que lo llevaron a postularse como precandidato del partido tricolor. 

“El país está deteriorado y eso no es justo. Y más creo que tenemos que tener gente del sector privado (en la presidencia) donde saben cómo invertir y no cómo malgastar, como lo está pasando en estos momentos”, lamentó.

Es fiel a sus principios y por eso, para no crear divisiones dentro del partido, ha acordado no pedir a los militantes del ARENA que lo apoyen abiertamente, ya que considera que “es una situación negativa porque es un proceso de elecciones internas, el voto es secreto”.

El precandidato tricolor cree tener la experiencia en salud, educación y seguridad; ya que su vida laboral y empresarial le ha permitido tener los conocimientos necesarios para emprender la presidencia. Cuando se ve a la par de sus contendientes ve puntos en común, pero destaca como diferente su experiencia.

“Lo que podríamos tener en común son los conocimiento en generación de empleo, pero en sí, los temas de salud y de educación son algo que toda mi vida he hecho”, resaltó.

El Salvador Times le preguntó sobre el tipo de relación que tiene con ambos empresarios corriendo en la misma competencia a lo que respondió: “Los dos son cheros, estamos compitiendo por buscar ser elegidos por nuestras bases, pero eso no significa que es un enemigo mío, jamás. Así es la democracia".

En cada aspecto, Gustavo es claro y firme, sobre todo cuando se refiere al manejo del aparato público al que para nada ve como un reino, en alusión a la administración actual.

“Deben entender que ser el presidente no significa ser el rey y que pueda hacer lo que le ronca la gana” dice con tono firme. 

Por lo contrario, la gente demuestra su descontento, prueba de eso fue la votación de alcaldes y diputados reciente en la que  los electores decidieron castigar al partido en el gobierno. Para él esto es un llamado de atención que no puede ignorarse.

Lo primero que hará de llegar a ser presidente

De llegar a ser presidente, Gustavo se mira tajante y sin medias tintas en contra de la corrupción. De hecho, pretende instalar la Comisión Internacional Contra la Impunidad, conocida por llevar casos de corrupción, como los recientes de los funcionarios públicos guatemaltecos.

“No me importa si ahí va a salir gente de cualquier gobierno. Que van a salir afectados ‘x,y, z’, no me importa. En un partido hay buenos y malos elementos. Alguien que no lo está haciendo bien y que sea de ARENA, bueno, será lamentable, pero ni modo. Tenemos que madurar políticamente”, afirmó.

Entre otros proyectos presidenciales que tiene en mente está la descentralización de los hospitales Benjamín Bloom, Maternidad y Oncológico.

Afuera de ARENA, Gustavo no ve competencia en sus rivales. Sobre Gerson Martínez, quien hasta antes de las elecciones del pasado 4 de marzo se pronunciaba como el presidenciable del FMLN, opina que no le ve fuerza para ganar.

“Gerson Martínez está quemado por la misma dirigencia, una dirigencia perdedora que ha escogido de dedo a un candidato, que por consiguiente, es perdedor. Yo que Gerson no me meto”, enfatizó. 

Por otro lado, prevé que es posible que el FMLN “pida de rodillas” al actual alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, una incorporación al partido, justamente de cara a 2019.

Con respecto a Bukele, dice que no es prudente que un personaje público haga comentarios sobre funcionarios extranjeros, así como lo hizo en días anteriores donde llamo “imbécil” al presidente de México, Enrique Peña Nieto. “No queremos eso. Necesitamos más de otros países. Es de tener relaciones cordiales… Es una persona joven que debe evaluar las repercusiones políticas”, analizó.

Por eso a Gustavo no le tiembla el pulso por estos dos candidatos de llegar a ser el elegido de su partido. Por ahora, se mantiene enfocado y de cara a que las próximas internas del 22 de abril lo dejen como el presidenciable tricolor.

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