Medardo González se despidió de su cargo de secretario general del partido por medio de un discurso que dejó varias líneas, una de ellas es el futuro, que dijo debe encontrar una forma de “abrirle los ojos al pueblo”.

González hizo una autocrítica de los gobiernos del FMLN y dijo que en muchas acciones o propuestas, si bien eran con las mejores intenciones, no se efectuó de la mejor manera ni se comunicó; y eso afectó la relación del partido con la gente.

“El pueblo no logró percibir que los cambios reales que logramos, si tuvieron efectos muy profundos. Es decir, pusimos la cara socialista y revolucionaria, pero nos excedimos en paciencia y condescendia hacia las alianzas que nos arrastraban a un ritmo y estilos tradicionales de gobierno, a lo sumo, progresistas”, indicó González.

También indicó que una de las “armas” de sus enemigos es lograr que se trasmita que el gobierno del FMLN fue corrupto, por lo que deben combatirlo.

“Tildar al gobierno del FMLN como el más corrupto de la historia es fundamental para el enemigo, para todos ellos y debemos encontrar una respuesta efectiva para abrirle los ojos al pueblo, hasta hoy cegado, a mi juicio”, reflexionó el farabundista.

Para su sucesor, Óscar Ortiz, tuvo un par de palabras y le pidió ser el capitán de un barco que no camina solo, sino con la ayuda de muchos. Además, destacó el trabajo del exedil de Santa Tecla al frente del Ejecutivo, del que dijo, fue el primer vicepresidente que no fue “una maceta”.

“Estoy seguro que así como Óscar fue llamado a ser el máximo representante a bordo del gobierno de Leonel (Sánchez Cerén), y supo abonar la unidad estratégica en nuestro gobierno, también hoy lo hará ciñéndose —ese es mi punto de vista— al funcionamiento colectivo del partido, proponiendo medidas que vayan encaminadas a volver más contundente nuestra ruta como partido democrático”, agregó.

Sobre el presidente Nayib Bukele y su gobierno, González, dijo que deben “ubicar” como un “instrumento del enemigo” para no dejarse confundir por sus acciones.

“Nuestro gran reto consistirá en no contentarnos en registrar frases o enunciados que emanen de la gran producción y presencia mediática del presidente actual y de sus emisarios ministeriales, sino en detectar a tiempo lo que está fraguando, posiblemente en la sombra del gran ruido mediático omnipresente y saber alertar de manera efectiva y sustentada, con información de calidad, al pueblo”, añadió.