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Norman Quijano exige a Sánchez Cerén convoque de urgencia a mesa fiscal por problema de impago de pensiones

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El diputado tricolor pide que se aborde con urgencia la problemática del impago. 

El diputado de ARENA, Norman Quijano, exigió el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, que convoque el próximo lunes a una reunión de urgencia para abordar la problemática del impago en el que ha caído el país, tras no haber pagado lo que adeudaba por pensiones. 

Quijano, a través de su cuenta de Twitter, pidió al mandatario que convocara a Casa Presidencial a la mesa fiscal, a la comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa y al Gabinete Económico para solucionar el problema. 

Antes de la vacación, el FMLN junto al Gobierno intentó llevar a cabo una sesión plenaria extraordinaria para poder aprobar $70 millones en bonos, para que el Ejecutivo honrara el pago de los Certificados de Inversión Previsional (CIP) y la deuda a los militares que están pensionados bajo el Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA).

Para el caso de la deuda en CIP se desglosa de la siguiente manera: el pasado 7 de abril se vencieron $3.07 millones, el sábado 8 de abril se vencieron $9.03 millones; el domingo 9 de abril se debieron pagar $16.72 millones y el lunes 10 otros $5.6 millones. En total, Hacienda debía haber cancelado un total de $28.8 millones que se dieron haber cancelado a inicios de la vacación. No obstante, al no tener esos fondos el país se ha declarado en impago.Además, del eso del IPSFA se adeudan $52 millones.

Pese a la urgencia de estos fondos, los diputados de la Asamblea Legislativa no lograron ponerse de acuerdo para honrar ambas deudas. De hecho, a ese intento de sesión plenaria no se presentó ningún diputado de ARENA, quienes han insistido en que no aprobarán más deuda hasta que el Gobierno se comprometa a respetar la Ley de Responsabilidad Fiscal y a evitar el exceso en los gastos públicos. 

Es de preverse que la próxima semana el tema del impago tomará la agenda política y será el primer punto que el Gobierno buscará resolver antes de que se dé una mayor debacle con las calificadoras de riesgo, que ya han comenzado a degradar la calificación de El Salvador.