Carmen Rodríguez es una de las “estilistas” encargada de un salón de belleza ubicado en la 3a calle Poniente de San Salvador. Ella defendió que en esos locales lo que se ofrece son servicios de belleza como cortes de cabello, planchado, cuidado de pies y manos y masajes, aunque aclaró que no en todos los comercios los masajes son "con final feliz".

En el caló popular, ese término se utiliza para definir que en esos lugares hay mujeres que ofrecen servicios sexuales y que la oferta de belleza es solo una fachada. Precisamente, el operativo de la Policía la mañana del jueves iba dirigido contra delitos de explotación sexual.

Carmen, sin embargo, defendió el trabajo que hacen en el lugar; “nosotros damos masajes relajante, corte de cabello, planchado, manicura y pedicura, nada más”, esgrimió.

Sin embargo, una periodista le preguntó a qué se refieren los anuncios que indican "servicios extra".

-Servicio extra es el masaje relajante, nada más, reiteró.

Y aunque intentó salvar la reputación del local que atiende, sí aceptó que "deberá haber algunos" otros donde sí hay prácticas sexuales.

"Me imagino que sí, deberá haber algunos, no lo sé. Hay quienes que se equivocan (y piensan que) solo porque se dan masajes piensan que son sexo", reiteró la mujer enfundada en un atuendo escotado y diminuto.

La peluquería que atiende Carmen está perfilada en una zona donde hay una decena de negocios que se anuncian como salones de belleza para encubrir operaciones de prostitución, es por ello que la Policía Nacional Civil (PNC) hizo registro de los lugares con el objetivo de prevenir la trata de mujeres y la explotación sexual de menores.

Aunque Carmen negó que ella contrate a menores de edad, negocios vecinos suelen tener estas prácticas.

Sobre la vestimenta que usan ella y sus compañeras, afirmó que viste así porque le gusta y no porque desea provocar nadie. “Así me visto, también en la casa”, finalizó.