Esta mujer es una maestra jubilada que asegura le debe al beato monseñor Romero la movilidad de su brazo. Por eso, lo visita en su cripta y le ora, al igual que a la virgen María para que interceda por ella ante Dios.

Con lágrimas en sus ojos y con una voz acongojada, Cristina de Cubías rezaba frente a la cripta del beato, a pocos días de su aniversario de natalicio. Para esta devota mujer, él es santo y ella lo supo, incluso desde antes de su martirio.

“No se necesita mucho para saber que él es un santo; siempre intercede por las necesidades de uno. El fue un ángel que Dios puso acá, se merece la canonización”, expresa.

“Yo le oro la cadena de la Divina Misericordia y le pido a Romero por todos los sacerdotes del país, para pedir por mi familia y por mí", dice esta mujer.

Cristina tiene 72 años y hace cinco tuvo un accidente de tránsito junto a su familia. Para Cristina, fue monseñor Romero quien los acompañó; porque desde que el sacerdote murió, ella le ora.

“Íbamos por el Parque Centenario y un camión de la UMO se tiró el alto. En ese momento, venía un bus de la ruta 13 detrás de nosotros. El carro impactó contra el camión de los policías y quedamos como en un acordeón. Eso fue el 15 de septiembre del año 2000; todos salieron sin rasguños y solo yo me fracturé el brazo. El médico me dijo que solo lo iba podía mover en un 75%, y mire lo que hago, lo muevo como antes, como si no hubiese pasado nada”, añade.

Cristina está segura que el Papa Francisco va a canonizar a Romero, para ella eso no sería una sorpresa; es un hecho, porque Romero hizo lo suficiente como para ganarse la santidad de la iglesia.

Su asesinato

Monseñor Óscar Arnulfo Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980, durante la guerra civil salvadoreña, por un francotirador mientras oficiaba una misa en la capilla del hospital de cáncer La Divina Providencia.

Ese día, lo recuerda Cristina muy bien porque escuchaba la misa cuando escuchó los disparos: “supe que habían matado a monseñor. Caí al suelo de rodillas y lloré, porque nunca un sacerdote se había entregado tanto a su pueblo como él”, recuerda.

Cristina es de las devotas que visitan la cripta de Romero que se ubica en el subterráneo de catedral Metropolitana. El lugar es visitado por turistas, estudiantes y fieles católicos que gustan conocer de la historia de este mártir.

Su mausoleo está construido en granito y bronce, fue una obra elaborada por un artista francés en honor al obispo mártir.

La jerarquía católica se encuentra desde el pasado domingo en la Santa Sede donde sostuvieron una reunión con el Papa Francisco. El sumo pontífice fue invitado a El Salvador el próximo 15 de agosto, de aceptar esta fecha de visita, podría canonizar al obispo, sin embargo, no se ha oficializado.