Cada 1 de noviembre las calles de Tonacatepeque, ubicado al norte de San Salvador, se llenan de "muertos vivientes" que celebran el Día de la “Calabiuza”.

Es una tradición en la que cada año participan, principalmente, grupos de jóvenes originarios del municipio; uno de los platillos típicos de la ocasión es el ayote en miel, su sabor atrae a los turistas nacionales y extranjeros.

Durante la celebración de la “Calabiuza”, los jóvenes recorren las calles disfrazados como los personajes más representativos de la mitología popular salvadoreña como La Siguanaba y el Cipitío, El Cura sin cabeza, El Justo juez de la noche, El Gritón de medianoche, La Llorona, La Chancha y la Carreta chillona, por mencionar algunos.

Todos están maquillados con un aspecto terrorífico y simulan deambular por las calles asustando a los pobladores.

“Ángeles somos y del cielo venimos pidiendo ayote para nuestro camino mino mino”, es parte del coro que se escucha en Tonacatepeque de parte de estos personajes.

Otro momento colorido es el desfile de las carrozas, las cuales tienen un aspecto y detalles que evocan una noche de terror.

Cada grupo pone originalidad a los disfraces y las carrozas.  

Los "muertos vivientes" realizarán todo tipo de espectáculo. 

El Cipitío es uno de los personajes más queridos.

El sabor del ayote es miel es atrae a muchos turistas.