La marca Rolls Royce es usada coloquialmente y en algunas veces en tono de burla por los salvadoreños al referirse al vehículo modesto de alguna persona. Sin embargo, los modelos de esta marca pueden rondar el medio millón de dólares por unidad y es fabricado por la empresa Rolls Royce Motor Cars, actualmente propiedad de la BMW, con sede en Inglaterra.

Lo que la mayoría de personas desconoce es que en El Salvador existe un vehículo de esa marca, que podría ser el único de su clase en estas tierras.

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— Jaime Garcia (@escritordemundo) 24 de febrero de 2017

Se trata de un vehículo sedán, cuyas puertas son tan pesadas que deben de halarse con las dos manos. En su interior hay un teléfono celular que en 1977 era tecnología exclusiva para millonarios o altos ejecutivos de empresas multinacionales.

Su interior es de cuero, madera y carey y su potente motor V8 de 6,750 centímetros cúbicos le da una potencia excepcional para la época.

Los frenos son de alta presión, que requieren acumuladores de aire de 3 mil libras de presión.

Cómo llegó a El Salvador

El vehículo fue comprado a un alto ejecutivo en Beverly Hills, California, en 1988 a un costo de 25 mil dólares, que en esa época era una onerosa cantidad de dinero.

La esposa de don Jorge, Gladys, quería darle un regalo y fue con su hermano a conseguirlo; una vez lo obtuvieron lo trajeron en un tráiler en el que también movilizaron una limusina que usarían después para alquilarla para eventos especiales en El Salvador.

El niño que vendía diarios descalzo

Pero la historia de ese vehículo no inició con una vida de lujos por parte de su propietario, según contaron Jorge y Omar Angulo, dos hijos del dueño original.

Recordaron que su padre tuvo una vida difícil por la pobreza extrema que tuvo que enfrentar y que empeoró al quedar huérfano cuando vivía en Juayua, Sonsonate.

Omar narró que su padre tuvo que andar descalzo y vender diarios en la capital para poder comer y satisfacer otras necesidades, entre estas el estudio. También laboró en una abarrotería para conseguir dinero.

Sin embargo, sus ganas de salir adelante lo llevaron a comprar un vehículo que usó como taxi que permanecía en un punto en la avenida Independencia, en el centro de San Salvador.

Con el tiempo llegó a tener un centenar de taxis y con ello una cooperativa, aunque una ley de la época lo obligó a vender varias unidades y a regalar otras entre sus empleados.

Años más adelante diversificó sus negocios y fundó la venta de repuestos, siendo en esa época que recibió el Rolls Royce como regalo y que decidió utilizarlo como vehículo de alquiler para personalidades importantes de la época.Fue así como lo utilizaron el cantante mexicano Luis Miguel o la ex primera dama Ana Ligia de Saca.