Un niño perdió un ojo en esta Nochebuena al manipular un volcancito, que está prohibida su comercialización, y llegó al Hospital Bejamín para recibir atención médica. 

El padre del menor le compró un volcancito al niño y tras no encender el niño se acercó a verificar por qué no encendía y cuando llegó al lugar el juego pirotécnico se activo. 

Otro de los casos que se reportó fue otro niño que llevaba silbadores en la bolsa del pantalón, también un producto prohibido, y al encenderse le quemaron los genitales. El menor se encuentra en este momento en cirugía plástica para regenerarle el tejido comprometido. 

Este menor es uno de los cuatro casos que se atendieron en medio de la celebración de Nochebuena en el país. 

Según el reporte del Salud, entre el 1 de noviembre hasta las 8:00 de la mañana de este 25 de diciembre se reportan un total de nueve niños quemados. El director del Hospital Bloom, Álvaro Salgado, explicó que esto representa un incremento de un 44% con respecto al año pasado. 

En su informe, en el marco del Plan Belén, dijo que de los nueve casos, ocho son niños y solo se reporta una niña. 

El médico informó que la mayoría de los casos se dieron porque los menores estaban quemando pólvora sin supervisión de los padres. 

Por su parte, el viceministro de Salud, Eduardo Espinoza, dio a conocer las cifras generales de quemados de todo el país. En este sentido, suman ya 49 personas, entre ellas son 20 mayores de edad y el resto menores. 

Destacó que aunque la cifra general disminuye en comparación al año 2016, en el caso de los menores sí se refleja un incremento.