Cada vez que los usuarios del transporte público de pasajeros viajan colgados en las puertas de los microbuses desconocen que su vida pende, literalmente, de un trozo de tela, hule o cuerda vieja con el cual son amarradas las puertas para que no se cierren.

Esta semana, varios microbuses de la ruta 152, que hace recorrido entre Zaragoza, La Libertad, al centro de San Salvador, fueron intervenidos por agentes de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) y gestores del Viceministerio de Transporte (VMT) que verificaron esta situación.

“Un considerable número de unidades que se desplazan de Zaragoza a San Salvador han sido multadas por llevar puertas abiertas, incluso amarradas, atentando contra la vida de los usuarios”, dio a conocer el VMT respecto al operativo realizado con la Policía a dicha ruta.

La institución informó que estas faltas serán agregadas a los expedientes y controles que llevan de la ruta para considerar el subsidio de las unidades.

Los usuarios del transporte público de estas y otras rutas se han quejado de maltratos por parte de los microbuseros y buseros.

Uno de los señalamientos de los ciudadanos es que consienten que las personas viajen “colgados” de las puertas.

Respecto a las acciones de que realizan las autoridades algunos usuarios reaccionaron desde las redes sociales.

“Muchísimas gracias, por eso muchos ancianos se golpean cuando se bajan y los niños y jóvenes también... si pueden hacer algo con la música estridente y obscena que llevan también les agradeceríamos mucho”, denunció una ciudadana.

“No descansen, esa ruta es una de las que más abusan de la población”, comentó un tuitero.

“Excelente, revisen las 38-E (Apopa), 41-G (Soyapango) y la 44 (Ayutuxtepeque)”, denunció otro usuario.

Los usuarios comparten imágenes de cómo la vida de los pasajeros se exponen al viajar de esta forma.