La obesidad infantil ha mostrado un incremento del 50% en El Salvador, debido a una dieta basada en carbohidratos, comida chatarra, bebidas carbonatadas y otras, agravado por el sedentarismo de la niñez de permanecer largo tiempo frente a la televisión o la computadora.

La última Encuesta Nacional de Salud, elaborada en 2014, muestra un incremento del 50% en casos de obesidad infantil, que podría generar a la vez un aumento de casos de adultos diabéticos dentro de unos años.

En la actualidad, en El Salvador el 10.55% de la población es diabética. El endocrinólogo Leonel Rivera Ochoa, explicó que en los años 70 la incidencia de diabetes en el país era del 3%, pero “desde entonces para acá influyó más la obesidad, lo que repercutió en que la población fuera víctima de este padecimiento”, dijo.

Por otra parte, la canasta básica de los salvadoreños sobrepasa los $200 y si se compara con el salario mínimo, que es de $251.70, la relación de cobertura se vuelve difícil. Este factor podría explicar por qué muchas familias salvadoreñas acuden a un tipo de dieta que genera altos índices de obesidad, según la nutricionista Iris Cornejo.

La especialista señaló que el alto costo de la canasta básica conlleva a la mayoría de familias a cubrir sus necesidades calóricas con dietas excesivas en carbohidratos y grasas.

“Es común ver que padres de familia dan a los pequeños bolsas de chucherías o pan dulce en lugar de una fruta o un tiempo de comida más elaborado que pueda cubrir sus necesidades nutricionales”, agregó.

A este factor se suman los restaurantes de comida rápida que elaboran los productos incluyendo altos contenidos de sodio, carbohidratos y grasas, que en exceso son los responsables de llevar a los niños a la obesidad y a la retención de líquidos y, por consecuencia, a enfermedades cardiovasculares y diabetes entre otros padecimientos.

El combate a la desnutrición

En el combate a la desnutrición, El Salvador ha logrado un gran avance respecto a otros países del área, reduciéndola en 34% en niños menores de 5 años.

La nutricionista, Guadalupe Argueta, avaló los programas nacionales “Vaso de leche” y “Escuelas saludables” que implementa el gobierno, ya que permite que los niños de las escuelas públicas consuman arroz, frijoles, bebidas fortificadas y leche.

Esta dieta, dijo, conformada por carbohidratos, proteínas y grasas, con función energética, formadoras y de regulación de metabolismo celular y producción de hormonas, combate la desnutrición, agregó.

“El aporte de estos nutrientes es esencial para promover un adecuado crecimiento y desarrollo y prevenir deficiencias que lleven a desnutrición crónica caracterizada por retardo en talla, que se ha estado superando en los últimos años”, indicó.

La especialista señaló que el consumo de estos productos refuerza el contenido de vitaminas y minerales contenidas en los ingredientes que forman parte de los macronutrientes que representan las principales deficiencias nutricionales encontradas en los diferentes estudios que se realizan en el país.