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Las tiernas y humanitarias acciones de Elvis en la plaza Morazán de San Salvador

Esta es la historia de un niño de dos años y tres meses, quien se ha ganado el corazón de los salvadoreños.
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Elvis al momento de entregarle una moneda a José Antonio Ramírez. Fotos Mauricio Pineda.
Las tiernas y humanitarias acciones de Elvis en la plaza Morazán de San Salvador

Con apenas dos años con tres meses de vida, el pequeño Elvis Eduardo Mancía es reconocido por muchas personas por su nobleza, ternura, hiperactividad y su espíritu humanitario.

El Salvador Times captó los momentos en que Elvis compartía sus golosinas y algunas monedas con los más necesitados que llegan a la plaza Morazán, en el Centro Histórico de San Salvador.

Su padre, Lázaro Mancía, dice estar muy orgulloso por su angelito; cuenta que el mismo Elvis le pide que lo lleve al parque para correr, jugar y, por supuesto, compartir con los demás.

“Yo me siento bien; todo padre se siente bien de que su hijo tenga esa nobleza, esas acciones y que se sienta el dinamismo de él”, expresó el padre del menor.

Cuenta que su gusto por la música de Elvis Presley lo motivó a poner ese mismo nombre a su pequeño.

“Siempre me gustó el rock, la música viejita de él. Le iba a poner Josué, pero se me ocurrió Elvis”, recuerda.

Todas las mañanas se puede ver cómo el pequeño Elvis corre por dicha plaza y se detiene cuando ve a alguien imposibilitado, que vive de la caridad de los ciudadanos como José Antonio Ramírez a quien se le acercó para entregarle una moneda.

“Me dio una 'cora', luego se me acercó y me dio un dulce”, dice Ramírez con una sonrisa producto del gesto del niño.

“Él es muy noble, y todos los niños que pasan por aquí me ayudan, hasta me abrazan”, aseguró.

Acto seguido, el pequeño Elvis se le acercó a dos ancianas y les obsequió un dulce, el rostro de sorpresa en las mujeres lo decían todo; las palabras sobraban.  

El menor todos los días le pide a su padre que lo lleve a la plaza, él accede, le da su espacio al niño para que se sienta libre, feliz.

Pero, ¿qué pasa por la mente de este padre al ver estas acciones de su hijo?

“Es lo más bello que puede haber, no sé si es por mi edad (62 años) o la falta de carisma salvadoreña que me hizo falta por tantos años, pues estuve viviendo en Estados Unidos”, dijo.

Agrega, “Es algo que me satisface a mí también porque es lo que yo quiero inculcarle, que sea alguien de bien en su corazón”.

El padre dice que aprovecha todas las mañanas para compartir momentos con su hijo mientras la madre atiende en un negocio ubicado en el sector.

“Es un problema cultural de nosotros: el machismo; creemos que solo la mamá es la que tiene que tener el cuidado de los niños y no es así, uno tiene que colaborar”, concluyó Mancía.

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Elvis nuevamente comparte sus dulces, el pequeño ya es bien reconocido por quienes visitan la plaza Morazán.

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