• Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Sucesos - En un procedimiento ilegal

14 años de prisión para ocho militares por privar de libertad y torturar a dos hombres en Ahuachapán

Los militares averiguaban el paradero del arma de fuego de un coronel que vivía en las cercanías de la zona donde se cometieron los delitos de tortura y privación de libertad.

soldados
14 años de prisión para ocho militares por privar de libertad y torturar a dos hombres en Ahuachapán

Ocho militares recibieron una condena de 14 años de cárcel por privar de libertad y torturar a un hombre y un menor de edad con el fin de sacarles información sobre un arma que se le había extraviado a un superior.

Los delitos de tortura; privación de libertad por un funcionario o empleado público y agente de autoridad fueron los delitos que se les atribuyeron a los ocho efectivos de la Fuerza Armada, quienes fueron arrestados en flagrancia cuando movilizaban a sus víctimas, que presentaban señales de haber sido duramente golpeados el pasado 3 de junio de 2015.

Ese día, el sargento mayor Miguel Ángel Escobar; el sargento administrativo Wilfredo Cortez Renderos; el cabo Ronald Bernabé Flores; el soldado Mario Edgardo Morán Mendoza; el soldado Enrique Antonio Alfaro López; el soldado Carlos Antonio Romero; soldado Juan Antonio Ramírez y el soldado Abelino Juárez Beltrán llegaron a la vivienda de una de sus víctimas de donde lo sacaron para llevarlo a un lugar desolado.

El otro fue privado de libertad de un cancha de fútbol donde se encontraba jugando.

Según la oficina fiscal de Ahuachapán, los sujetos fueron llevados en dos carros diferentes a un lugar cercano donde le propinaron golpes y le introducían agua por la nariz al momento en que les exigían información sobre el paradero del arma de fuego.

Un agricultor que pasó por la zona fue testigo del trato, pero le advirtieron de no decir nada al respecto. Para ese entonces, los familiares de las víctimas ya habían alertado a la Policía de lo ocurrido y fue una patrulla policial la que finalmente interceptó el vehículo donde se trasladaban los militares y los privados de libertad.

Los torturados fueron dejados libres, solo después de una acalorada discusión de los agentes de la Policía con los militares, debido a que estos últimos justificaban un operativo oficial, aunque no tenían orden de captura ni ninguna autorización para tal procedimiento.

Posteriormente, se verificó que las víctimas tenían golpes que podrían ser sanados entre cuatro y siete días,  según el reporte del Instituto de Medicina Legal.

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