La comunidad de corredores de autos y motocicletas despidió la mañana del domingo a Geovanni Bruno quien falleció el viernes en un aparatoso accidente de tránsito en la carretera a Santa Ana, a la altura de Coatepeque. En el percance también murió su esposa, Blanca López.

Bruno fue enterrado junto a varias de las camisetas que usó en su etapa de corredor, además de algunos trofeos obtenidos en su carrera.

Quienes lo conocieron lo describieron como "un apasionado de las motos, y de los carros, ni hablar". Su pasión llevó también a modificar vehículos para competencias, "era quizás el mejor preparador de motores para Subaru", relató un miembro de la revista de autos TodoMotor.

En 2016 Bruno participó en varias carreras de motos, además de ser un asiduo participante en competencias de vehículos.

Un familiar del corredor pidió a los asistentes que lo recuerden como una persona "alegre y muy apasionado".

El pastor evangélico que presidió el acto religioso previo al sepelio lo describió como una persona "apasionada, pero su pasión por los carros nunca lo hizo olvidarse de su pasión por Cristo Jesús". Bruno se congregaba en una iglesia y era parte de un grupo de corredores del Tabernáculo Bíblico Bautista "Amigos de Israel".