Debido a varias deficiencias de la Fiscalía, el Juzgado Especializado de Instrucción A solo logró condenar a dos de 34 sujetos que habían sido acusados por organizaciones terroristas y el homicidio de cuatro personas -entre ellas un soldado-, ocurrido el 5 de agosto de 2015 cuando atacaron a un bus de la ruta 144-D en San Pedro Perulapán.

Según las investigaciones fiscales, en el hecho habrían actuado directamente al menos nueve personas que dispararon desde adentro y afuera del bus, con distintas armas de fuego de diversos calibres. Sin embargo, no se logró individualizar a todas las personas por reconocimiento de rostro ni sus alias, porque los dos testigos criteriados no pudieron coincidir en la narración y ser contundentes.

En este sentido, solo pudieron reconocer a dos de los sujetos que fueron identificados como Alexis Vladimir Vázquez Girón, alias “Snaily”, y a José Will Ramírez Ramírez, alias “Sombra” o “Chimpacé”, por lo que fueron condenados a 60 años cada uno por el homicidio de cuatro personas en ese ataque.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 5 de agosto de 2015, cuando los terroristas dispararon en contra de varios pasajeros. Producto de este ataque murieron José Apolonio Mendoza,  Mario Antonio Ramírez Aparicio, Miguel Ángel Beltrán Mendoza y Francisco Mendoza García, este último un militar retirado.

Otros 32 fueron absueltos

Las investigaciones fiscales señalaron que hubo más involucrados de la estructura de la pandilla 18 Sureños, de la clica Parque Locos Sureños que opera en la zona de San Pedro Perulapán. Estos sujetos se dedicaban a robar, extorsionar, amenazar y matar a personas en el lugar.

Eran 34 los supuestos miembros de esta clica que fueron llevados a los tribunales, pero todos fueron absueltos de los delitos de organizaciones terroristas y 32 fueron absueltos del homicidio de estas cuatro personas en el ataque.  

La FGR presentó un caso débil

El juez del caso calificó los hallazgos de la Fiscalía como débiles, porque no pudo comprobar la participación de estas personas y su actuar en organizaciones terroristas, más allá de pertenecer a una pandilla y con actividades de bandas comunes y corrientes.

La Fiscalía habría presentado todas sus acusaciones con la base a dos testigos criteriados, pero pese a que dijeron pertenecer a la misma clica entre 2013 y 2105, no coincidieron en la información de las estructuras y no reconocieron a los mismos líderes.

Además, estos testigos no pudieron reconocer a varios de los imputados en los reconocimientos de rostro.

En otro de los casos que estaban siendo ventilados, un caso de homicidio, el testigo mencionó que a la víctima se le había dado un disparo con una arma hechiza y en la autopsia el cuerpo solo presentaba lesiones con arma blanca. Por lo tanto el juez consideró que el testigo estaba mintiendo y los imputados fueron absueltos de toda participación en el hecho. El juzgador señaló a la Fiscalía investigar a los dos testigos por falso testimonio.

El juez también increpó a la Fiscalía y pidió que fueran más rigurosos y contundentes a la hora de escoger y presentar a los testigos criteriados.

“Señores, o tienen cuidado con los testigos criteriados o los examinan antes de presentar un caso en sede judicial y no mantener en vilo a la sociedad que tiene esperanza que efectivamente estamos combatiendo el problema pandilleril, señalado como la Sala de lo Constitucional como terroristas, pero no con este tipo de cosas donde la eficacia del testimonio de los testigos se desmorona con un análisis mínimo”, sentenció a la hora de absolver a los imputados.