Violencia psicológica, física y sexual son algunos de los tipos de violencia que el 67.4% de mujeres salvadoreñas dice haber experimentado en algún momento de su vida. Los abusos psicológicos son los que más frecuentemente se viven tanto en las esferas públicas como privadas.

Los departamentos donde más casos de violencia psicológica se reportan son Morazán (71.5%) y Usulután (59.4%). Las cifras se desprenden de la más reciente encuesta de violencia contra la mujer, realizada en 2017 por la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC) y el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU).

La gerente de Estadística de Género de la DIGESTYC, Vilma Mejía, señaló que "existe un ciclo de violencia que puede iniciar con un acto psicológico, eso trasciende a situaciones de violencia física, por ejemplo, por la pareja es agredida sexualmente, la golpea en el hogar y posteriormente puede sufrir, esta mujer, agresión sexual y culmina hasta el máximo nivel de violencia que existe, que es el feminicidio".

En tanto, el ministro de Justicia y Seguridad,  Mauricio Ramírez Landaverde, señaló que la mayoría de los asesinatos de mujeres provienen del seno de la familia, tal es el caso de Karla Turcios, Katherine Cárcamo, Rosa María Bonilla y Graciela  Ramírez, todas ellas fueron supuestamente asesinadas por sus parejas.

El ministro explicó que una  de las situaciones más recurrentes es la falta de denuncia por parte de las víctimas, sin embargo, las autoridades no siempre han reaccionado a los avisos de las víctimas, como fue el caso de Katherine Cárcamo, donde la Policía no llegó a atender la emergencia pese a los constantes llamados telefónicos de vecinos de la mujer.

La encuesta señaló que a penas una de cada 100 mujeres agredidas interponen una denuncia, y para hacerlo acuden a la Policía Nacional Civil (PNC) con un 46.9%, seguido de la Fiscalía, con un 19.2%; "es una situación que no garantiza la plena garantía de haberle cumplido el derecho de justicia", señaló Mejía.

Para Landaverde, el asesinato de mujeres no es nada nuevo ya que siempre ha estado presente y es el resultado de un problema  estructural y parte de una cultura donde someter a la mujer a sido normalizado hasta cometer asesinato.

Esta opinión es compartida por la encargada de la rectoría para Una Vida Libre de Violencia del ISDEMU, Xochitl Bandek, quien manifestó  que el incremento de muertes de mujeres es algo alarmante y sostiene que las instituciones deben de tener  medidas más efectivas para el esclarecimiento de los asesinatos.  

"Preocupa la forma en que han incrementado los feminicidios, el de agresividad y saña cuando son asesinadas las mujeres en una sociedad machista", dijo Bendek.