María Beatriz Flores de García, de 30 años, murió el miércoles 14 de junio por la mañana en el caserío El Llano, del municipio de Candelaria, en el departamento de Cuscatlán, cuando la cohetería clandestina en la que se encontraba hizo explosión. Flores estaba embarazada y su esposo es el dueño de la cohetería, según explicaron las autoridades. El hombre, que también se encontraba en el lugar, resultó lesionado y fue trasladado a un hospital.

Tras la muerte de Flores, la División de Armas y Explosivos de la Policía Nacional Civil (PNC) llevó a cabo un operativo en la zona para detectar otros centros clandestinos de producción de fuegos artificiales. Como resultado, incautaron decenas de productos pirotécnicos en talleres que operan de forma ilegal.

La PNC detalló que en el cantón El Carrizal decomisó 5,000 cohetes de vara, 300 tubitos para tiro de mortero, dos toritos pintos, dos bolsas de clorato y una bolsa de nitrato de potasio. Mientras que en la colonia San Francisco, de Candelaria, las autoridades incautaron 20,000 unidades de alegría y 212 ametralladoras medianas.