Impotencia y tristeza, son los sentimientos que reinan en la familia de la taxista desaparecida en Santa Tecla que a casi dos meses siguen teniendo más preguntas que respuestas de las autoridades.

La vida de la familia de Nubia Corina Iraheta Rodas, de 31 años de edad, cambió drásticamente el 19 de diciembre de 2018 cuando salió a bordo de su taxi con un desde  el bulevar Hipódromo y calle Esmeralda, en Santa Tecla.

“Mire a los familiares del preparador del Sonsonate rápido los encontraron ¿por qué a Nubia no? nosotros no somos importantes para ellos, no somos nadie”, remarca un familiar de la desaparecida.

Otra de las preguntas que se hacen: “¿Es necesario tener que pagar para encontrar nuestros seres queridos? Nosotros somos pobres, no tenemos cómo pagar. ¿Por qué las autoridades son injustas? No dan ninguna pista de nada, sí encuentran casos difíciles, ¿Por qué a ella no?”.

No hay día en el cual los parientes de Nubia no la busquen, diversas han sido las puertas que se han tocado sin tener mayores resultados. Incluso han optado por buscar elementos de otros casos similares para tratar de tener pistas pero nada ha cambiado.

Uno de los casos analizados es el de la periodista de La Prensa Gráfica Karla Turcios de quien se tuvo mayores detalles de su recorrido gracias al celular. La familia solicitó a la Fiscalía General de la República (FGR) que buscará la bitácora de llamados o el recorrido del teléfono celular de la taxista pero esto tampoco tuvo eco.

“Llamamos al fiscal que lleva el caso y dice que todavía está pidiendo bitácoras, ¿cómo es eso? Ya van dos meses”, recriminó la fuente que agregó que “a veces marco para saber si esta él (fiscal) y me dicen que no está que anda en audiencia y cosas así”, señaló.

La agonía de la familia

En el afán de agilizar las investigaciones, los familiares han entregado una agenda que pertenecían a la taxista donde se encuentran diversos contactos telefónicos que podrían brindar alguna pista sobre el paradero. Pese a esto, los investigadores han brindado mayores detalles de la investigación.

“Yo quisiera verla entrar a la casa. No duermo porque pienso que me va a venir a tocar la puerta, es un dolor en el corazón que no tiene nombre. Yo la quiero ver, aunque sea por última vez. Quizás está en algún rincón del mundo”, dijo su pariente entre lágrimas.

La taxista es madre soltera, trabaja para cuidar a sus dos hijos que ahora han quedado al resguardo de sus parientes. El último contacto telefónico que tuvieron con ella fue a la 1:14 de la tarde del 19 de diciembre de 2018.

“Los niños están tristes, distraídos y ni las tareas que hacer. Siempre preguntan por ella. No sé ni que explicación darles”, señaló la fuente quien recordó el dolor que tuvieron durante las fiestas de fin de año.

 “Yo trato la manera de comprenderlos. Nosotros hacemos lo necesario para soportar pero ellos no”, dijo con desconsuelo.  

El carro y las deudas

Meses antes de la desaparición, Nubia había adquirido el vehículo a plazos para poder trabajar de taxista, pero luego de enterarse de la desaparición personal del banco han tratado de embargar el vehículo.

La familia se niega a dar el objeto ya que tienen la corazonada que dentro de este podrían haber pistas que los peritos de la Policía no encontraron.

“No dicen qué tipo de evidencia encontraron en el vehículo, no nos dicen de quién eran las huellas que estaban ahí. Nosotros necesitamos saber quién llevaba el carro, ahí había alguien”, sospechó.

El reporte de las autoridades señaló que en horas de la madrugada del 30 de diciembre el vehículo con el que laboraba la mujer fue localizado en las inmediaciones del cementerio Los Cipreses sobre la carretera de Oro, en Soyapango.

Dentro del carro solo se encontró una cartera que pertenece a la mujer, la cual no tenía sus documentos personales.

Los familiares solicitan de su ayuda, si usted tiene alguna pista del paradero de Nubia que pueda ayudar a localizarla puede comunicarse con las autoridades correspondientes.