"Yo les pido que visiten la casa de cada uno de ellos y verifiquen en las condiciones que viven", pidió Rosa Cortez compañera de vida de José Leonidas Gómez uno de los 28 acusados de transportar droga para el cártel mexicano de Sinaloa.

Ella es una de las 60 personas que se han concentrado en las afueras del juzgado de paz del Puerto de La Libertad, para apoyar a los lancheros que han sido acusados de trasladar la droga por las costas salvadoreñas rumbo a Guatemala.

Ellos aseguran que las acusaciones contra los implicados en la estructura de narcotráfico se deben a "envidias" de algunos vecinos.

"Aquí hay una persona involucradas, un pescador al que le han dado dinero para que haga falsos testimonios", dijo por su parte la esposa de Ricardo Antonio Valencia.

Asegura que un pescador de nombre Ernesto, estuvo vinculado con el tráfico de drogas en 2016 y que dos semanas antes de las detenciones en San Diego, el pasado 6 de febrero, desapareció repentinamente.

"Él era el principal y no aparece ahí (acusación). ¿Por qué no aparece si es amigo de todos?", cuestionó Ali Flores.

Familiares de los imputados también señalaron que la Policía realizó dos allanamientos en busca de drogas en 2016, sin encontrar ilícitos. 

"Hay un puesto de Policía donde varan las lanchas. Si ellos son narcotraficantes, entonces la Policía se hubiera dado cuenta", sentenciaron al tiempo que apuntaron que son personas humildes que trabajaban en la pesca y cuidando ranchos privados.