El tribunal primero de instrucción envió a juicio a un hombre que intentó refrendar una tarjeta de circulación falsificada de un vehículo que, aseguró, había comprado en $2,200.

Según la acusación fiscal, el 10 de marzo de 2014 Jaime A. llegó a las instalaciones de SERTRACEN para intentar refrendar la tarjeta de circulación de un vehículo marca Ford, Ranger, año 2001, que adquirió en 2013. 

Según el imputado, la compra-venta la realizó en un centro comercial ubicado en las cercanías del Estadio Cuscatlán de esta capital, ante un abogado. Sin embargo, "el error de él fue no percatarse que las características de la tarjeta y del vehículo no coincidían", según su abogado defensor.

El vehículo había sido robado en el mes de marzo de ese mismo año a Ronald Alonso España en la plaza el volcán de Santa Tecla, tal como lo estableció la denuncia interpuesta a la Policía Nacional Civil (PCN). 

La tarjeta que el imputado intentó refrendar tenía alterados los números de placas, N.I.T. y Chasis. "Todos los datos de la tarjeta son falsos", apuntó el fiscal del caso.

Al detectar las irregularidades, SERTRACEN informó sobre el caso al Viceministerio del Transporte (VMT) que le decomisó la tarjeta; sin embargo, Jaime abandonó el lugar sin mayores inconvenientes.

El 14 de septiembre de 2015, el sujeto fue detenido por un agente de tránsito, quien le pidió le mostrara la documentación respectiva del vehículo. De acuerdo al parte policial, Jaime le dijo que no portaba la tarjeta de circulación en ese momento y que le disculpara la multa.

Al realizar la verificación, el agente descubrió que las placas y las características del vehículo no coincidían. El registro arrojó que el automotor era robado y las placas que portaba pertenecían a otro carro, por lo que le fue incautado.

Jaime fue acusado ante el tribunal 5º de sentencia por el delito de receptación, pero fue absuelto.

"Compré el vehículo de buena fe", señaló el imputado ante la acusación fiscal.

El juez del caso señaló que existían indicios suficientes de cometimiento del delito de uso y tenencia de documentos falso, con una pena de hasta 5 años de prisión por lo que envió el caso a la etapa de sentencia.

"El 10 de marzo de 2014 le decomisaron la tarjeta de circulación y hasta el 14 de septiembre del año 2015 siguió usando el mismo automotor. Entonces tenía plena conciencia en el proceder ilícito del vehículo y si es cierto que él compró de buena fe, entonces él debió haber obrado como un ciudadano honesto e ir a la fiscalía y entregar el vehículo para que se iniciara una investigación, pero no lo hizo”, recriminó el juez.