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Sucesos - Desapareció el 9 de enero

Madre de secuestrada: “Me pidieron dinero para hacerme sufrir. En mi corazón siento que mi hija está viva”

Aunque la denuncia fue interpuesta un día después de su desaparición, los investigadores policiales tomaron el caso hasta cuatro días luego de los hechos, por ello, la mujer decidió negociar personalmente la entrega de $2,000 con los criminales. La orden de su secuestro salió del penal de Izalco

Silueta mujer en entrevista
Madre de secuestrada: “Me pidieron dinero para hacerme sufrir. En mi corazón siento que mi hija está viva”

Desde hace tres semanas, una madre vive el calvario de no conocer el paradero de su hija de 18 años, la cual habría sido secuestrada por pandilleros del Barrio 18 en Ilopango el pasado 9 de enero. (Ver primera entrega de este reportaje).

Según relatos de parientes, la trampa para que Saraí B. cayera en poder de este grupo criminal la habría puesto un primo quien también es joven y marero activo.

El Salvador Times habló con la angustiada madre quien, con evidente dolor, relató lo que ocurrió a su hija:

Ella salió confiada de la casa porque saldría con un primo lejano de su misma edad, que también vive ahí en la comunidad. Salió confiada y desde esa vez no regresó.

Ellos iban a ir a hacer un depósito, él la tenía que llevar en la moto, pero dijo que se le arruinó y contrató un taxi; él lo pagó y desde ese día mi hija no aparece.

Él es pandillero activo de la 18 y la subió en el taxi… él me dio muchas versiones de que el taxi era aquí, que era allá y yo lo fui a buscar con la Policía cuando fui a interponer la denuncia (de la desaparición de Saraí) y nunca lo encontramos, él a mí nunca me colaboró.

Cuando le pregunté y que me dijera la verdad del paradero de Saraí, él me respondió: “Te voy a decir algo, que por mi sangre no me voy a ensuciar las manos"; y yo le dije: "Si decís la verdad ayudame, dónde está, llevame a buscar al taxista" y nunca me ayudó, nunca me colaboró, jamás….

Según la mujer, la orden de su privación de libertad habría salido del penal de Izalco. Ahí, un cabecilla identificado con el alias "Sparky" se habría obsesionado con la joven por las fotografías que el mismo primo de Saraí le mandaba vía redes sociales. Para nadie es un secreto que pese a las medidas extraordinarias, que incluye la interrupción de señal telefónica en los penales, los reos aún se la siguen ingeniando para tener contacto con el mundo exterior y dirigir el crimen desde las cárceles.

Él lleva como 12 años preso y comenzó a ver a mi hija cuando ella tenía 16 años por fotos que le mandaba este primo, a quien tenía de amigo (en Facebook), ella lo que hizo después fue bloquear todo. Desde ahí, fue algo que no paró.

Él le mandaba a decir cosas a ella, pero ella nunca, nunca accedió a eso. Nunca, nunca, nunca. Entonces, el hombre se ponía bien enojado, incluso hace un año para esta fecha él nos sacó de la colonia, me mandó a balacear la casa y todo. Nosotros regresamos en marzo del año pasado, porque no tenía adónde vivir.

El 24 (de diciembre de 2016) salí con mi esposo para ir a comprar la comida para la cena y Saraí quedó sola con mi otra hija, entonces dijo que le fueron a tocar la puerta bien fuerte y le llevaron un teléfono y era él que le decía que lo tenía que ir a ver y ella le dijo que no, porque tenía que estudiar. Me dijo que él la insultó y cabal, esa fue la última vez que recibió una llamada de él. Para el 9 de enero le hicieron eso, por eso digo que esto viene de ellos, de los pandilleros de mi colonia, y del penal de donde está (el "Sparky"), es lo más lógico.

Cuando le llevaban el teléfono, desgraciadamente, a veces yo no estaba con ella, y le decía el marero que tenía que llegar, que lo tenía que ir a ver al penal.

Él la había amenazado varias veces. Nosotros hemos vivido un infierno en esa colonia, varias veces nos amenazaba y mandaba a decir cosas bien feas.

Ella estaba encerrada, no podía tener amigos, no tenía vida social, es que  no podíamos hacer nada, estábamos contra la espada y la pared.

Ella tenía un viaje, se iba a ir, la mandaba a traer mi hermana, lastimosamente, ya no lo pudo realizar, se iba a ir para Estados Unidos el 26 de enero.

Todo estaba listo, yo quería sacarla a ella primero y después nos iríamos con mi esposo y mi otra bebé porque ahí vivíamos bien atemorizados, amenazados por ellos. Que donde usted esté, en la tortillería o donde esté, lo estén viendo a uno apuntándole con una pistola y si está hablando con alguien ahí están ellos, que le meten papeles debajo de su puerta, eso es horrible.

Policía tardó en actuar

La mujer asegura haber interpuesto la denuncia un día después de la desaparición de la joven, sin embargo, los investigadores asignados comenzaron a trabajar en su caso hasta cuatro días después. Dice que por eso debió negociar personalmente el rescate con los pandilleros, aunque éste nunca se concretó. En su desesperación, ofreció $2,000 a cambio de volver a ver a Saraí.

El jueves (12 de enero) a las 3 de la tarde me comenzaron a llamar y él me dijo: “Me voy a contactar con el mero mero que esta allá adentro para decirte cómo vamos a hacer"; y le dije "Ok, yo pago por ella", entonces yo le dije "Mandame una foto o un audio (para confirmar que seguía con vida)", pero nunca me lo mandaron.

En la entrega ellos me dijeron que me la iban a dar en la terminar de Occidente; si yo les pagaba, ellos me daban a mi hija, ya para el domingo yo ya estaba bloqueada en ese número. 

Yo le dije "No me la pongas por teléfono, solo quiero que ella me diga cómo se llama su mascota", porque si me decían el nombre, sabía que era mi hija. Luego le dije “Decime qué color de uñas anda ella” y nunca me daban una señal, pero yo les iba a dar el dinero, porque yo tenía el dinero para pagárselos, pero me bloquearon para que ya no les llamara, no sé si se estaban burlando de mi dolor o qué y hasta ahorita no me han vuelto a llamar.

Yo les estuve marcando, marcando y marcando y ya no me contestaron y hasta ahora nadie me volvió a escribir, ni nada.

No sé si me pidieron el dinero para hacerme sufrir o hacerla sufrir a ella, o en verdad no sé si todavía tiene viva mi hija, pero en mi corazón siento que sí está viva.

A mi esa voz (del sujeto que la llamó) me suena, esa voz para mí es familiar. Yo lo oigo, lo escucho y lo escucho y siento que es cercana, que es de alguien que me conoce y todo…

La mujer asegura no perder las esperanzas de encontrar a su hija con vida, a pesar que la ha buscado en hospitales y en Medicina Legal sin obtener ningún resultado.

La denuncia fue interpuesta el 10 de enero en una delegación policial de Ilopango y hasta ahora la PNC realiza un trabajo de campo para recabar pistas que lleven a dar con el paradero de Saraí.

Me dicen: "Dese por satisfecha porque está viva", porque ya la buscamos por todos lados y no aparece, por eso presumen que está viva. Los investigadores me dicen que la vamos a encontrar y yo tengo fe de que mi hija este viva.

Cuando publiqué las fotos de ella (en redes sociales) y me escriben y me dicen que la han visto en Lourdes, Colón, y yo le pido a los investigadores que apresuren las investigaciones porque me mandan hasta los alias de esos hombres con los que la han visto.

Hay una muchacha que me escribe y me dice que la tienen en Lourdes y que la busque también por Quezaltepeque. Hay otra muchacha que nos escribe y me dice que  la tienen con otras mujeres más e incluso el hombre que me llamó me dijo que la tienen con otras, entonces digo que la deben de tener con más niñas, entonces imagino que hay más niñas con ella.

La esperanza que me dan es que todavía estaría con vida, todavía el jueves (de la semana anterior) me mandaron a decir que la habían visto. 

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