Sebastián H., de 16 años, fue uno de los 55 migrantes que murieron en un trágico accidente ocurrido el 9 de diciembre en el estado de Chiapas, al sur de México, cuando se dirigían por tierra a Estados Unidos.

El joven, junto a otros migrantes centroamericanos iban escondidos dentro de un tráiler que volcó en una carretera por desperfectos mecánicos. En el percance resultaron al menos 105 heridos.

La mamá y el papá de Sebastián relataron a un medio internacional televisivo el dolor y sufrimiento que han soportado tras la muerte de su hijo, quien iba en búsqueda de mejores oportunidades a Estados Unidos y poder sacar adelante a su familia.

"A veces pienso que este es un mal sueño y que pronto voy a despertar y él va estar ahí en su cama". expresó la señora.

"Lamentablemente ese viaje se convirtió en una pesadilla, tanto para él como para nosotros porque ese 9 de diciembre a las 7:30 de la mañana, él me mandó el último mensaje donde me decía que en ese momento los iban a mover de Chiapas para Puebla y que no me preocupara porque iban a pasar uno ó dos días sin poder comunicarse conmigo, pero que no me preocupara porque inmediatamente que él pudiera comunicarse conmigo, me iba a mandar un mensaje para decirme que estaba bien", relató la progenitora.

Lamentó que el “coyote” que lo iba guiando nunca les dijo que su hijo iba ir en un tráiler porque desde que salieron de El Salvador, Sebastián iba solo en el viaje.

"El coyote me dijo que no me preocupara que mi hijo iba en buenas manos... Que él era buen coyote... Que hiciera cuenta y caso que ya estaba allá porque cuidaba a la gente que llevaba, sobre todo a él que era un menor de edad.

"Acá lo recogió una persona (Ahuachapán), en Santa Ana lo recogió otra y en la frontera otra y así", dijo la madre del menor.

Se fueron a Chiapas a buscarlo después de enterarse del accidente

La mamá, junto al papá del menor, al enterarse del accidente del tráiler con los migrantes decidieron ir en búsqueda de su hijo hasta Chiapas para conocer si entre las víctimas estaba Sebastián.

"Tomamos la decisión de salir el 17 de diciembre. Tomamos un bus a las 6:15 de la mañana y hemos llegado a Tecún Umán (Guatemala) a las 7:30 de la noche y gracias a Dios, en el trayecto se contactaron con nosotros los señores del consulado de El Salvador en México y nos dijeron que ellos nos iban ayudar porque habían recibido órdenes del Gobierno para que nos apoyaran.

"Yo desde que salí de aquí iba consciente de que era posible que lo encontrara muerto o golpeado. Tenía la esperanza de que en tanta gente que había quedado bien, estuviera él ahí, lamentablemente no fue así", dijo la apesarada mujer.

Días después el cuerpo del joven fue repatriado a El Salvador y el lunes se realizó su entierro en Ahuachapán.