Una adolescente de 16 años vivió varios meses de tortura debido a que un supuesto marero se obsesionó con ella y quería que mantuvieran una relación sentimental.

En su defensa, el sujeto sostuvo que él era acosado por la joven y que habían sido novios pero él había decido terminar porque en la familia de ella habían miembros de la Fuerza Armada, y quería evitar problemas, dijo.

Según el proceso judicial, Julieta (cuyo nombre ha sido cambiado por seguridad), fue retenida contra su voluntad por Juan Carlos Fuentes, quien quería que fuera su mujer, aunque ella lo rechazaba constantemente.

El 13 de julio de 2015, Julieta caminaba en la colonia Iberia, al oriente de San Salvador, para ir a estudiar, cuando fue interceptada por Fuentes, quien la sujetó por el cuello y le pidió que fueran novios.

Ella lo rechazó una vez más, pero ante la insistencia de Fuentes, Julieta corrió hasta encontrar refugio en un comedor de la colonia.

Dentro del comedor, y con testigos presentes, el delincuente siguió acosándola hasta hacerla llorar. Una vez más la joven escapó pero Fuentes volvió a perseguirla.

Al darle alcance, la obligó a caminar hasta su vivienda en donde la retuvo por casi una hora en complicidad con una mujer que se encontraba en la casa.

Personas que habían presenciado las amenazas llamaron a la PNC quien alertó a un grupo de soldados que se encontraban en la zona para que verificaran la situación.

Al llegar a la casa del marero, los soldados tocaron a la puerta y fueron atendidos por la cómplice de González quien les manifestó que no pasaba nada y que las acusaciones eran "chambres" de los vecinos.

La versión fue contrastada por Julieta, quien se encontraba en un sillón en la sala junto con su captor. Los soldados ordenaron al marero salir e interrogaron a la menor quien les manifestó lo sucedido.

González quedó bajo arresto desde ese momento y fue puesto a las órdenes de la justicia. El pasado 2 de diciembre el juez del tribunal Segundo de Sentencia lo condenó a 10 años con 8 meses por los delitos de acoso sexual y privación de libertad.

La versión del presunto marero

Al tomar el derecho a la última palabra, antes de la sentencia, el hombre dijo al juez que los hechos que le atribuyen no fueron de tal manera, ya que él en un momento fue novio de Julieta pero que decidió terminar la relación para no tener problemas con su familia.

El marero aseguró que la madre de Julieta se oponía a la relación, y que la menor incluso le pedía que se acompañaran.

Sobre el día y la forma en la que fue capturado, argumentó que Julieta llegó por voluntad propia a su casa a reclamarle ya que se había enterado que él había procreado un hijo con otra mujer y ella también quería tener un hijo de él.

Según el acusado, la madre de Julieta, valiéndose de sus contactos en el Ejército, lo acusó de acoso sexual y privación de libertad.

El juez, sin embargo, lo condenó a casi once años, ya que la defensa del acusado no presentó pruebas para sostener dicha versión.