Un pandillero de la MS que acechaba la zona de San Jacinto está siendo procesado judicialmente por haber asesinado al vigilante de una sucursal de la tienda de pinturas Sherwin Williams, debido a que la administración del negocio se negó a pagar la extorsión exigida por los delincuentes.

El 7 de marzo de 2015, dos sujetos a bordo de una motocicleta llegaron hasta la sucursal de la tienda de pinturas, ubicada en la avenida Cuba del barrio San Jacinto de San Salvador.

A eso de las 8:30 de la mañana, uno de los sujetos, quien se hizo pasar por cliente, pidió al vendedor una lija con el propósito de distraer la atención del agente de seguridad quien le dio la espalda al ver que el individuo no despertaba ninguna sospecha.

El movimiento fue aprovechado por el delincuente, quien le asestó una serie de disparos al vigilante, identificado como Marcos Concepción García, quien perdió la vida instantáneamente.

Los dos mareros que cometieron el delito salieron huyendo a bordo de la motocicleta, pero fueron vistos por varias personas quienes los reconocieron al momento de escapar.

En julio del presente año, uno de los testigos del hecho se dio cuenta que en la delegación central de la Policía Nacional Civil (PNC) se encontraba detenido un marero identificado como Jonathan Josué Ortiz Herrera, de 22 años, y lo reconoció como el responsable de haber disparado contra el vigilante.

El hecho que el testigo identificara a Ortiz Herrera, quien también es conocido con el alias de “Muerto”, permitió a las autoridades intimar al marero sobre el homicidio, que se sumó a su expediente judicial, ya que también está siendo procesado por los delitos de receptación y resistencia.

Las investigaciones sobre el hecho indican que los mareros ejecutaron al vigilante por orden de un cabecilla de la estructura criminal a la que ambos pertenecen, ya que los propietarios de la empresa Sherwin Williams se habían negado a pagar la renta exigida.

Reportes de prensa de ese entonces señalaron que García fue el segundo vigilante abatido en ese establecimiento en menos de seis meses.

El Juzgado Tercero de Paz de San Salvador decretó que el caso pasara a la etapa de Instrucción y que Ortiz Herrera espere el desarrollo del proceso en prisión.