• Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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Sucesos - A nivel nacional

Van más de 300 policías asesinados en la última década

A la cifra de policías que perdieron la vida en hechos violentos se suman más de 1,500 que decidieron renunciar y dejar el país, según explicaron representantes del Movimiento de Trabajadores de la PNC 

 

 

Entierro de agentes caídos
Van más de 300 policías asesinados en la última década

Los últimos diez años para la PNC estuvieron marcados por constantes ataques a elementos policiales que dejaron como resultado el asesinato de 347 miembros de la corporación entre agentes y personal administrativos, según los datos oficiales. 

Constantemente las autoridades policiales aseguraron que, en su mayoría, los agentes que perdieron la vida fueron porque habían sido atacados por grupos de pandillas en circunstancias de mucha vulnerabilidad, es decir, cuando se encontraban en su día de descanso o de camino hacia sus puestos de trabajo. 

Uno de los casos que mejor ejemplifica el peligro al que diariamente están expuestos los policías, y el modo de atacar de las maras, es el caso de la agente Vilma Haydée Quezada Graciano, de 31 años, quien fue acribillada en diciembre de 2018 cuando se dirigía a un centro médico. 

En esa ocasión las autoridades dijeron que la agente Graciano fue interceptada por siete sujetos armados cuando caminaba por la calle principal de la colonia Santa Rita, cantón Las Peñas, jurisdicción de Santa Catarina Masahuat, Sonsonate. 

Se confirmó que la mujer gozaba de su día de libre; tampoco portaba su arma de equipo. Indefensa y sin protección, los criminales le dispararon con pistolas y escopetas. 

Las estadísticas de la PNC dan cuenta que ese año fue la única mujer policía asesinada.

Una década de constantes ataques 

Fuentes policiales proporcionaron información detallada a El Salvador Times del comportamiento de los casos de agentes asesinados en la última década.

Los datos indican que en 2009 la escalada de violencia que se vivía en el país dejó como resultado el homicidio de 24 policías; mientras que para 2010 la cifra fue de 23.

El 2011, 2012 y 2013 hubo una leve baja, pues fueron reportados 19, 16 y 13 agentes asesinados respectivamente.

Sin embargo, la tendencia al alza de homicidios de policías casi se triplicó durante el 2014 cuando las autoridades se contabilizaron 39 bajas. Eso apenas fue una antesala para lo que se vendría al año siguiente.

El 2015 es considerado como el más sangriento en la última década de la PNC: 67 policías asesinados, muchos de los casos fueron atribuidos al accionar de pandillas.

Uno de los casos que más consternó a la opinión pública fue el ataque hacia el agente Wilfredo Ramos Vides quien fue quemado vivo mientras agonizaba. Este hecho ocurrió a finales de octubre de 2015 en el bulevar Sur de Santa Tecla, La Libertad, donde fue atacado por al menos seis sujetos.

Durante el 2016 la cifra se redujo a 47; mientras que para 2017 se contabilizaron 46, en tanto que las bajas policiales reportadas durante el 2018 fueron de 33.

Hasta mayo de este año, las estadísticas indican que 20 policías han muerto en circunstancias violentas.

 

Director de la PNC dice que casos son investigados

“Lo que avanzamos en estos últimos años fue en crear una unidad o dependencia especializada solo para dar seguimiento a los casos de miembros de la Policías Nacional Civil que han sido asesinados; de hecho, esta unidad ha sido formada por investigadores de mucha calidad nuestra”, dijo el director de la PNC, Howard Cotto.

El jefe policial dijo que para fortalecer esta unidad especializada tienen mucha cooperación de los Estados Unidos, es decir, en cuanto a la conformación y equipamiento de equipos que investigan la mayoría de los casos de agentes asesinados.

“Cada caso tiene su particularidad, pero es la razón que en muchos casos de homicidios contra policías el tiempo en el cual se esclarece es corto”, dijo.

Agregó que “es realmente lamentable que estas estructuras criminales busquen presionar o querer lograr sus objetivos a través del cometimiento de hechos contra policías o miembros de la Fuerza Armada u otras dependencias del estado, esa es la razón por la cual se debe continuar y fortalecer este tipo de equipos para mandar mensajes claros a la delincuencia en cuanto a que quien atenta contra miembros de la policía difícilmente va huir de la justicia y eso es lo que ha estado pasando hasta ahora”.

Más de mil policías renuncian por falta de garantías de seguridad

Para el representante del Movimiento de los Trabajadores de la PNC, Marvin Reyes, las cifras de policías asesinados en la última década es un claro ejemplo que las políticas para garantizar la seguridad y protección a los policías no funcionaron.

Policías movimiento“Es una cifra alarmante que denota que las políticas de seguridad no han funcionado y que las autoridades policiales no han sido capaces de defender a sus propios policías, este es un aspecto contraproducente que lamentos muchísimo que ha generado un deterioro anímico dentro del personal policial al punto que muchos han decido renunciar”, expresó Reyes.

Aseguró que entre los años 2014, y lo que va de 2019, han renunciado 1,520 elementos. Durante ese período, solo en 2018 confirmaron la renuncia de 547 elementos.

Según Reyes, el 90 % de sus compañeros policías que se han retirado de la institución han visto mejor futuro en Estados Unidos, el resto lo han hecho a países de Europa donde han solicitado asilo.

“El tema de asesinato de policías es el que más preocupa, ya que se continúa con los mismos patrones (para cometer ataques) y las pandillas siguen teniendo como objetivo a policías, soldados y sus familias. En este tema los familiares han sufrido muchísimo y han salido muchos (agentes) lesionados que es una cifra que no se toma en cuenta, hay muchos lesionados de por vida”, aseguró.

Considera que tampoco hubo políticas para que los agentes llevaran o no su arma de equipo en todo momento, ni para facilitar los recursos en aquellos casos de agentes que por amenazas de pandillas han tenido de que desplazar de un lugar a otro.

Dijo que a eso se suma la desarticulación de unidades élites de la Policía como el GRP, GOPES, la Subdirección Anipandillas, FIRT y la FES; además de mejoras salariales, aspectos laborales como infraestructura que nunca se mejoraron. 

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