A José Miguel Ángel Valladares, de 18 años, lo mataron en la colonia Dalmacia número dos, en Santiago Texacuangos, el pasado 9 de noviembre de 2015.

Eran las cinco de la mañana y el cielo comenzaba a clarear cuando una persona caminaba hacia la parada de bus para ir a su trabajo, como todas las mañanas. En el trayecto, justo en el lugar conocido como La Cuestecita, vio a tres sujetos y una señora.

De inmediato reconoció a dos de ellos, uno era “Scoto” y el otro “Ángel”, ambos reconocidos delincuentes de la MS que operan en esa zona. El testigo iba caminando a unos 15 metros de ellos y vio que tenían a otro joven hincado frente a ellos.

De acuerdo a la acusación fiscal, desde ahí vio cuando comenzaron a darle patadas y golpes al joven que yacía en el suelo quejándose. La señora salió corriendo hacia una tienda cercana y solo quedaron los tres hombres golpeando a Miguel Ángel.

El testigo se imaginó que estos sujetos estaban asaltando a las personas que estaban ahí. Sintió miedo y se escondió, pero sin perder de vista lo que le hacían al joven.

Desde su escondite vio cuando “Ángel” sacó un arma. Entonces el testigo entendió que no se trataba de un robo, sino de un asesinato. “El Ángel” le apuntó a la víctima y le asestó cuatro balazos que le impactaron en la cabeza y cuello.

El cuerpo de Miguel Ángel se desplomó, pero eso no bastó. “Scoto” tomó un cuchillo y comenzó a rebanarle el cuello. La sangre bajaba a borbollones, pero eso no lo detuvo. Le abrió la garganta y le sacó la traquea para que quedara expuesta. La escena era terrible, según se relata en el expediente judicial. Cuando los sujetos terminaron salieron corriendo de la zona.

Sin testigo clave, Fiscalía perdió el caso

Este fue el testimonio que dio el testigo a las autoridades cuando ocurrió el hecho. También logró reconocer en rueda de personas a “Scoto” y a “Ángel”, pero ya no asistió nunca a las fechas cuando se programó la vista pública.

La última fue la semana anterior y debido a que no llegó esta persona, ni se presentó otro de los testigos ofertados, la Fiscalía presindió de ellos. Finalmente, solo había prueba documental y pericial, pero no fue suficiente para lograr la condena de los dos sujetos, sobre todo porque ya no hubo testigo clave que corroborara los hechos y que reiterara que los había reconocido en rueda de personas.

Por esa razón, el juez del Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador no tuvo más que absolver a Miguel Ángel Beltrán Martínez, alias “Ángel”, y a Henry Alberto Sánchez Pérez, “Scoto”. Ambos quedaron en libertad de inmediato

El asesinato del joven Miguel Ángel Valladares quedará impune, pues la Fiscalía no pudo sostener el caso.