Los tres policías que fueron detenidos presuntamente por ser colaboradores de las pandillas serán tratados como traidores, según el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde, quien sentenció que ese será el trato para cualquier otro integrante del cuerpo de seguridad que apoye a las estructuras criminales.

"Cualquiera de nuestros elementos, ya sea de la Policía o de la Dirección de Centros Penales o de cualquier otra, que este brindando cualquier tipo de colaboración a estructuras del crimen es un traidor y como tal hay que tratarlos", sentenció el funcionario.

Las declaraciones se hacen luego de la captura de tres agentes del puesto policial de la colonia Alta Vista que atiende a la zona norte de los municipios de Ilopango y de San Martín, quienes son señalados de ser parte de una estructura criminal dedicada a la extorsión, tráfico de drogas y de armas en esa zona.

Ramírez Landaverde lamentó la situación que se genera con la infiltración de las pandillas en la corporación.

"Es injusto que haya personas dedicándose a esta actividad, cuando hay miles de miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) o de la Fuerza Armada sacrificándose todos los días", lamentó.

Los agentes Jesús Castro Bernal, Leonardo Alberto López y Juan Carlos Hernández Magaña, se valieron de su cargo para permitir las actividades ilícitas en la populosa colonia por lo que serán acusados de encubrimiento al tráfico de armas; actos arbitrarios; cohecho propio; agrupaciones ilícitas y revelación de hechos o documentación secreta por un empleado oficial.

Los oficiales fueron detenidos junto a otros 11 miembros de la 18 Sureños, entre ellos, el cabecilla Carlos Arnoldo Cardoza, "Melao", quien encuentra recluido en una prisión.

Según las investigaciones de la Policía, los detenidos tenían vinculación con los diez pandilleros que murieron el pasado 15 de marzo en San Martín en dos hechos que iniciaron con el asesinato de cuatro mujeres, entre ellas, una mujer que acaba de salir de prisión, tras ser arrestada con dos armas de guerra que iban a ser entregadas a la pandilla del Barrio 18 que opera en esa zona.

Cardoza y los otros detenidos tienen pendientes hasta ocho órdenes de captura y podrían ser acusados  de tráfico ilícito de drogas; conspiración y proposición de homicidios, proposición y previsión de armas y municiones; feminicidio agravado, cohecho activo; actos preparatorios y conspiración y agrupaciones ilícitas.