Fuertes sumas de dinero pidió el juez especializado de San Miguel, Jorge González, a narcotraficantes del oriente del país para favorecer con una resolución judicial a José Enrique Torres, alias Quique, acusado de pertenecer a la banda "Los Garrobos”, estructura que enviaba cocaína a Estados Unidos.

"75, 000 (dólares) me pidió el viejo pirata" aseguró Luis Edgardo Arévalo a Torres a través de una llamada telefónica que fue intervenida por la Fiscalía General de la República.

"Eso es demasiado", fue la respuesta de Torres.

El juez especializado pretendía librarlo de una acusación por narcotráfico que pesaba en su contra en 2014, cuando Torres era prófugo.

Según la acusación fiscal, Arévalo se reunió personalmente con el entonces juez González en su oficina judicial para negociar el monto económico.

A su salida, Arévalo se comunicó con otro narcotraficante identificado como José Felipe Torres a quien detalló el resultado de la negociación: “Mirá fijate que $75,000 pidió el viejo pirata”, pero no fue aceptado el trato porque parecía demasiado caro.

Arévalo también hizo ver que el juez se comprometió que iba a hablar “con el de arriba”. Y luego de unas llamadas, en poder de la FGR, el juzgador propuso una nueva cifra: $25,000.

“Mirá, ya hablé con aquél y lo que quiere son 25 (mil)”, dijo Arévalo a su interlocutor.

“Entonces nada más es de verificar esos 25 (veinticinco mil dólares) y yo (juez González) no pido nada. A mí sólo regálenme dos aparatos celulares”, fue la propuesta final.

González y los exjueces especializados José Rodolfo Castillo Morales y Enrique Alberto Beltrán Beltrán enfrentaron por segundo día consecutivo vista pública por el delito de cohecho en el juzgado tercero de sentencia de San Salvador. Se espera que la audiencia dura dos semanas, debido a que han sido ofertados 70 testigos, de los cuales ya han comparecido 7.