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Sucesos - San Miguel

Padre e hija estafaron a ancianita $105 mil con falsos rituales para "purificarle" el dinero de un maleficio

Los timadores se aprovecharon anciana, a quien le pedían que escondiera dinero bajo la cama, que después misteriosamente desaparecía.

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Padre e hija estafaron a ancianita $105 mil con falsos rituales para "purificarle" el dinero de un maleficio

Un hombre y su hija fueron condenados a cinco años de prisión por haber estafado a una sexagenaria haciéndole creer que necesitaba que le sanearan su dinero y sus propiedades de “maleficios”.

Los falsos curanderos fueron identificados como Víctor Reynaldo Espinoza Lovo, de 56 años; y su hija Ana Mercedes Espinoza de Martínez, de 35 años, quienes se apoderaron de $105 mil de su víctima.

La investigación señala que padre e hija se dedicaban a vender medicina natural y se ganaron la confianza de la víctima de 61 años a quien le aplicaban inyecciones y medicina para que tuviera dolores. 

La mujer le hizo creer a la sexagenaria  que los medicamentos eran recetados por un médico naturista, de nombre Luciano Alvarado, y le facilitó un número de teléfono celular para que se comunicara directamente.

Tras varias conversaciones, el supuesto médico, le solicitó un préstamo de cinco mil dólares porque le habían secuestrado a su hijo. La víctima se les facilitó.

Posteriormente, el presunto médico, convenció a la mujer que “le estaban haciendo maleficios” y que se los habían enterrado en sus propiedades, por lo que mercedes Espinoza de Martínez los fue a desenterrar.

Esta acción, les permitió a los timadores, otra serie de prácticas para “purificarle el dinero y las propiedades” que consistían en esconder debajo de su cama recipientes con diferentes cantidades de dinero, entre mil 500 y tres mil dólares, que misteriosamente desaparecían.

La víctima llegó a tenerles tanta confianza que llegó a hipotecar algunas propiedades e hizo préstamos que en total sumaron $105 mil dólares, los cuales fueron a parar a manos de los imputados.

Las investigaciones Fiscales determinaron además, que el número telefónico al que la víctima se comunicaba con el supuesto médico estaba a nombre de Mercedes Espinoza de Martínez.

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