Las autoridades policiales insisten en señalar la mutación que unos cuantos pandilleros han tenido al convertirse en empresarios con grandes lujos a costa de tener a muchos de sus compinches en las cárceles bajo las peores condiciones.

El comisionado Juan Carlos Martínez Marín explicó que la Mara Salvatrucha (MS-13) se ha convertido en una estructura criminal transnacional que tiene un gran número de integrantes, pero que solo un selecto grupo disfruta de los lujos.

Desde hace un año, las autoridades han asestado dos golpes a la MS. El primero de ellos fue el operativo Jaque, que desarticuló a uno de los brazos financieros más fuertes, que incluso contemplaba una importadora de vehículos, moteles y hasta rutas de buses. 

Esta semana el segundo operativo fue el Tecana, en el que se desarticuló más de 41 negocios que eran fachada para financiar a la pandilla. Con ambos casos, las autoridades han revelado un nuevo “estatus” de los miembros fundadores de dicha pandilla que refinaron su forma de delinquir y ya no lo hacen desde las calles. 

Howard Cotto, director de la Policía Nacional Civil (PNC), expuso el nuevo perfil de estos criminales: "Hay pandilleros que ya no se dedican a matar ni extorsionar, sino que estos viven disfrutando el accionar delictivo de sus compinches que no reciben nada a cambio”.

Los nuevos socios empresarios

Las autoridades de seguridad con este caso que desarticuló a la estructura que operaba en el occidente del país identificó como muchos empresarios pasaron de ser víctimas a convertirse en socios estratégicos de las pandillas. Con esto terminaron haciendo crecer la economía de las cabecillas. 

“Los pandilleros iniciaban extorsionando a los empresarios, pero al ver que el negocio era muy rentable decidieron inyectarle dinero obtenido de manera ilícita para volverlo licito”, explicó el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde.

Aprovecharse de la popularidad y buen prestigio de un restaurante de comida rápida y financiar casas de préstamo son algunas de las acciones realizadas por los delincuentes para además de multiplicar las ganancias y convertir en licito el dinero. Y con ello lograr cuantiosas ganancias de dinero "bien habido", sin "ensuciarse" las manos. 

Óscar Armando Reina, propietario de tortas El Tucán, y Erick Wilfredo Contreras, un prestamista, son dos ejemplos de los socios que la pandilla obligó para que, a cambio de jugosas remuneraciones, sean la fachada financiera de la estructura criminal.

Las investigaciones policiales y fiscales en estos casos dejaron en evidencia el lujo que poseen algunos cabecillas y sus familias. Una realidad que contrasta con lo que viven el resto de integrantes de la misma pandilla, quienes habitan en zonas marginales o están refundidos en las cárceles.

Para muestra, las autoridades dieron a conocer la historia de César Antonio López Larios, el principal cabecilla de la MS en el occidente del país. Revelaron que este sujeto vivió en Estados Unidos y recibía desde El Salvador un promedio de $5,000 mensuales.

A Larios también le brindaron el dinero necesario para adquirir una casa propia en Los Ángeles, en la zona de North Hollywood en Gleenwood. La propiedad estaría valorada en varios cientos de miles de dólares.

Cotto, en la conferencia de prensa que brindó sobre Tecana, no quiso detallar cuánto ha lavado la MS, a través de estos con negocios fachadas. Sin embargo, reconoció que las cuentas que usan estos pandilleros ascienden a millones. 

En los próximos días, las autoridades también iniciarán los procedimientos señalados para quitarle a los pandilleros el lujo que han acumulado a costa de vidas humanas y otros hechos delictivos, amparados en la Ley de Extición de Dominio y estos bienes pasen a ser parte del Estado.