Los menores que cometen delitos con penas leves y que son recluidos en los centros de internamiento se convierten en presa fácil para pandilleros que están en esos lugares para convencerlos de cometer delitos  graves como extorsiones, homicidios y violaciones.

Ante esta realidad, los encargados de aplicar dicha ley piden a la Asamblea Legislativa realizar reformas que eviten esos casos.

Óscar Alirio Campos Ventura, coordinador de la Unidad de Justicia Penal Juvenil de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) es uno de los que considera urgentes las reformas.

El funcionario es de la opinión que no se debería recluir a menores con con faltas leves con pandilleros, ya que los primeros están a merced de ser seducidos por estos grupos y al momento de salir del internamiento, cometer delitos mayores.

"No todos los jóvenes en situación de delito son pandilleros, y la idea es brindar los espacios adecuados para la rehabilitación", dijo Campos Ventura.

Consideró que debe haber una adecuada oferta de rehabilitación y prevención. Indicó que actualmente hay unos 1,550 menores infractores recluidos en centros de internamiento.  De esos, un 60 por ciento son pandilleros.

"Estamos sirviendo en bandeja de plata a los menores a los pandilleros", dijo el funcionario. Campos Ventura dijo que deben de mejorarse los programas para rehabilitar a los menores en conflicto con la ley.

En un pronunciamiento el Grupo Gestor de la Jurisdicción Penal Juvenil y de la Coalición Centroamericana de Prevención y Violencia manifiesta que en El Salvador del total de detenciones un 12.2 por ciento son menores y el resto adultos.