Alejandro Arturo Monge Flores, de 32 años, encontró la muerte el pasado domingo en una cervecería de en El Malecón, de Apulo, en Ilopango, a manos de otro policía con el que departía en el lugar. Esa noche de tragos se salió de control y terminó con el agente y un lanchero de la zona muertos. 

Monge Flores ingresó a la corporación policial hace unos nueve años y nunca había presentado problemas al interior de la Policía Nacional Civil, al menos así lo recuerdan algunos de sus compañeros con los que estaba destacado en en el puesto policial El Carmen en Cuscatlán, donde trabajó hasta el día de su fatal desenlace. 

Uno de sus compañeros recuerda que tenía aproximadamente un año de estar destacado en ese lugar, donde el agente Monge se caracterizó por tener un gran espíritu de servicio y por siempre estar presto a atender las emergencias y a patrullar. 

El viernes, dos días antes de ser asesinado, Monge había participado en un operativo en la zona donde estaba destacado, ya que pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13) habían privado de libertad a un joven.

Según un compañero del agente asesinado, el procedimiento de rescate del joven duró aproximadamente 24 horas y Monge participó en todo ese tiempo en el caso y su esfuerzo no fue en vano; ya que, posteriormente, el joven pudo ser rescatado con vida. 

Y es que en el municipio El Carmen el 90% de los problemas tienen que ver con las pandillas, la mayoría de llamadas que reciben en el puesto policial son referentes a hechos delictivos que cometen eses grupos criminales, el resto es para informar sobre casos comunes.

"Tenía un gran espíritu de servicio, siempre me decía que fuéramos a ver emergencias. Era decidido, muy valiente y activo para todo", según lo manifestó un compañero del agente asesinado.

Nunca bebía y le gustaba el fútbol 

Recuerda que Monge nunca se presentó en estado de ebriedad a su trabajo, ni cuando portaba el uniforme policial nunca se le vio ingeriendo bebidas embriagantes y era muy respetuoso con todos.

"Tenía un dicho, que cuando lo miraba a uno siempre le decía 'hola, muñeco', y así era con todos los compañeros y a sus compañeras les decía 'muñecas', por eso a la hora de almorzar o ir a patrullar yo le decía la misma frase", recuerda el compañero policía.

En ese sentido sostiene que como la mayor parte del tiempo la pasan dentro de su trabajo en la PNC, todos se ven como hermanos o hermanas y eso hace que cuando alguien fallece, es asesinado o es enviado a otro lugar, esa acción "se siente".

"Da coraje y se siente la pérdida de un compañero cuando alguno es asesinado, porque uno pasa gran parte de su tiempo con ellos y nos sentimos como hermanos", expresó.

Asimismo, sus compañeros recuerdan que Monge era aficionado al fútbol."Le gustaba el fútbol ya que jugaba como delantero en el equipo del puesto", expresó un compañero.

Tras el crimen en que Monge fue asesinado a balazos, tras pelear con otro colega policía por una mujer, al agente le sobreviven dos hijos y su esposa, que quedará sola a cargo de los pequeños, explicaron. 

El alcohol les jugó una mala pasada

Los reportes de la fuente policial establecen que tanto el agente Monge como su atacante se encontraban en estado de ebriedad, pues se encontraban departiendo en una mesa del lugar, junto a una mujer. Fue entonces que comenzó una discusión entre ambos.

En ese mismo reporte se detalla que Jesús Alberto Marroquín Martínez, de 26 años, quien trabajaba como lanchero trató de intervenir en la pelea de ambos agentes, pero fue atacado a balazos y falleció de inmediato en el lugar

El atacante también le disparó a Monge. Las balas le impactaron en el pecho y en la mano derecha Monge. Los habitantes de la zona alertaron a la Policía de la situación y al llegar a la escena, los agentes lo trasladaron en un carro patrulla hacia el Hospital de San Bartolo, pero debido a las heridas que presentaba, murió en el camino. 

Pese a montar un operativo policial en la zona, no se logró capturar al hechor y el caso está siendo investigado.

Con el asesinato del agente Monge, suman ya siete los elementos policiales los que han sido asesinados en lo que va del año.