El procurador de Derechos Humanos, David Morales, criticó el trabajo que realizan los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) respecto al caso de asesinato de los sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras y exigió que se haga justicia.

"Hago un llamado a CSJ en pleno a colocarse al lado de la justicia y no del encubrimiento e impunidad", indicó Morales.

Añadió que la decisión de la Corte no han tomado en cuenta las resoluciones dictadas por Derechos Humanos, ni los tratados internacionales, aunque éstas han sido recibidas.

“Hicimos un escrito a la corte plena en la que pedimos que los magistrados, Rodolfo González y Berlamino Jaime, no conocieran sobre este caso ya que en 2010 Belarmino Jaime dio su voto concurrente y los comentarios de Rodolfo González riñen con la realidad”, indicó.

Por otra parte, el defensor de Derechos Humanos indicó que el crimen contra los seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras domésticas, ocurrida en 1989, no está sometido a ninguna ley de amnistía.

Tanto el procurador de derechos humanos como el rector de la UCA, Andreu Oliva, mostraron su preocupación por la resolución de extradición de los cuatro militares involucrados.

"Sigue habiendo protección contra los involucrados. Hubo dificultad contra los autores mismos de este caso. Hasta la Corte Interamericana ha reconocido que este fue un juicio fraudulento", indicó Oliva.

"Tememos que la Corte tome una decisión política similar a la del pasado ya que eso desprestigiaría a una Corte con un importante papel", añadió el también sacerdote Jesuita. 

Agregó que en el país existen personas interesadas en que no se conozca la verdad y esa situación les  preocupa porque se cometieron crímenes de lesa humanidad.