Después de cuatro años de angustia, lágrimas y desesperación, la familia del agente Jesús Vidal Ayala Maravilla, de 28 años, por fin le dieron cristiana sepultura. Hasta el momento ha sido un misterio cómo terminó siendo una de las 20 víctimas cuyos restos fueron encontrados en el cementerio clandestino de la colonia Vista al Lago, en Ilopango.

Una fuente consultada por este medio detalló que el agente Maravilla estuvo destacado en el puesto policial de Aguilares, al norte de San Salvador.

La misma fuente explicó que durante un tiempo vivió en la colonia Valle Verde, Apopa; después se fue a residir al municipio de San Rafael Cedros, en Cuscatlán.

El agente Maravilla se graduó de la promoción 89 de la Policía, tenía asignado el Orden Numerario Institucional (ONI) 26157.

"Estuvo destacado de tres a cuatro años en Aguilares... era un buen elemento, amigable, un tipo dinámico con quien se tenía momentos de convivencia", fue descrito el agente Maravilla por un allegado.

¿Por qué y quiénes lo mataron?

Sin embargo, el asesinato del policía ha sido todo un misterio, ya que las autoridades no han brindado detalles del lugar donde fue privado de libertad, hecho ocurrido en 2015; no obstante, sus restos terminaron en uno de los cementerios clandestinos más macabros descubiertos por la Fiscalía en Ilopango.

Se desconoce si fue al azar o si hubo información previa de que sus restos se encontraban enterrados en ese lugar.

Fue hasta que las pruebas de ADN realizadas por el Instituto de Medicina Legal (IML) confirmaron que se trataba del agente Maravilla.

Las osamentas del policía fueron desenterradas junto a las de otras 19 víctimas a finales de octubre pasado, de acuerdo a reportes oficiales.

Por el momento se desconocen quiénes estuvieron detrás de este crimen y por qué; los restos del agente fueron enterrados el sábado 14 de diciembre en el cementerio general del municipio de San Rafael Cedros, donde acudieron jefes policiales y compañeros de la corporación.

Cementerio clandestino de tres kilómetros cuadrados

Una fuente allegada al caso explicó a El Salvador Times que los trabajos de excavación para recuperar osamentas del cementerio clandestino en Vista al Lago se han extendido hasta cubrir un espacio de tres kilómetros cuadrados.

Según fuentes oficiales, se estima que algunas osamentas tenían entre cuatro y ocho años de estar ahí.

De acuerdo con la fuente consultada, en el lugar fueron encontrados los restos de personas reportadas como desaparecidas desde 2010 y 2012.

La posición geográfica del terreno y la vegetación en las cercanías han dificultado la recuperación de las osamentas.

"En la zona hay seguridad de la Policía, ya que no da mucha confianza el sector y no se permite que personas lleguen cerca", explicó la fuente.

Hasta octubre pasado los trabajos para recuperar cadáveres continuaban. Foto cortesía FGR.