• Diario Digital | sábado, 18 de mayo de 2024
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Sucesos - Se desconoce el móvil

Un romance por Facebook lo trajo a El Salvador, pero otro misterio por Facebook lo mató

Estaba esperando el bus frente al restaurante Willys para volver a casa y terminar de envolver los regalos de sus niñas. En ese momento, un hombre se acercó a él... Corrió a la parada frente a Correos de El Salvador y ahí pudo notar al mismo hombre que minutos antes lo había acosado.

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Además, en las investigaciones se reconoció que había recibido amenazas a través de esta red social.
Un romance por Facebook lo trajo a El Salvador, pero otro misterio por Facebook lo mató

A Javier Paima lo mataron la mañana de la Nochebuena de 2014. Las razones, pese a que ya se condenó a su asesino a 20 años de prisión, aún se mantienen en un misterio.Javier Paima nació en Perú hace unos 33 años, pero llegó a El Salvador en el año 2007, enamorado y con grandes expectativas. Jamás se imaginó que esta tierra, años después, lo vería morir.

Javier conoció a Claudia Deras a través de redes sociales, y luego tras dos años de mantener una relación virtual, decidieron casarse. Así viajó a El Salvador y decidió instalarse aquí.

Durante varios años, se dedicó a ser chef y a trabajar de bartender en restaurantes del país. Con el tiempo, la hija de él viajó desde Perú para reencontrarse con su padre y se quedó a vivir con la pareja. Al tiempo, Claudia quedó embarazada y nació su segunda hija.

Con el tiempo, la pareja se separó y él se fue a vivir solo. La pequeña ya tenía unos cinco años y la Navidad se aproximaba. Jaime decidió comprarle ropa a ambas niñas, pues les había prometido que pasaría la festividad con ellas, pero todo se frustró, pues un error en las tallas de las niñas le costaría la vida.

Jaime ya estaba acompañado con otra persona y le avisó que iría al centro de San Salvador a cambiar la ropa. Cuando volvía de la diligencia, estaba esperando el bus frente al restaurante Willys de esta capital para volver a casa y terminar de envolver los regalos de sus niñas. En ese momento, un hombre se acercó a él, intercambiaron algunas palabras y Jaime logró huir del lugar.

Corrió a la parada frente a Correos de El Salvador, sobre la Diagonal Universitaria y ahí pudo notar al mismo hombre que minutos antes lo había acosado. Era imperdible: un hombre moreno, fornido y alto.

Javier no tuvo más que volver a huir. Se mantuvo corriendo sobre la Diagonal y tras suyo corría el hombre fornido. Bajo el puente del bulevar Tutunichapa, Javier observó varias personas reunidas en una llantería. Gritó varias veces por auxilio. Jadeando y con el miedo paralizado en sus pupilas aseguraba que lo seguían para asaltarlo.

A los minutos entró el sujeto que le seguía. "Salite que quiero hablar con vos afuera", le dijo. Javier se negó. El hombre insistió de manera más violenta y Javier, frente a aquellas personas, aseguró no conocerlo. "Claro que sí, me conocés del Facebook", le gritó.

Sin embargo, Javier le dijo que eso lo arreglaría con la policía. Sacó su celular y marcó. El sujeto no lo dejó escuchar el segundo tono del teléfono cuando ya había desenvainado una pistola y le asestó dos balazos. Javier cayó tendido en el suelo y aunque el sujeto quiso seguir disparándole, el arma ya no le respondió. Se dio la vuelta y comenzó a alejarse del lugar.

Horas más tarde, Javier sería declarado muerto en el Hospital Nacional Rosales.

Entre amenazas y desconcierto

La Fiscalía General de la República logró demostrar que Jeovanny Barahona, de 25 años de edad, fue el sujeto que disparó a quemarropa a Javier. Sin embargo, las razones aún son un misterio.

La investigación determinó que Javier había sido amenazado por la cuñada de su esposa en varias ocasiones, luego de que la pareja se había dejado. De hecho, en el expediente constan algunos de los mensajes que recibió.

Javier incluso avisó a un primo en Perú sobre estas amenazas y advirtió que si le pasaba algo la cuñada de su exesposa debería ser la primera sospechosa. No obstante, con las investigaciones, no se pudo determinar que haya habido algún tipo de relación entre la familiar de su exesposa con el caso. 

En este sentido, no se pudo conocer el móvil de este asesinato y por qué el imputado dijo conocerlo a través del Facebook. De hecho, la única forma en la que se pudo individualizar son las cámaras localizadas sobre la Alameda Juan Pablo Segundo y la Diagonal Universitaria de esta capital. 

El caso se cerró sin que se conociera por qué un peruano, de pocos amigos, fue perseguido y asesinado, después de cambiarle el estreno navideño a sus hijas.

El juez sexto de sentencia finalmente determinó condenar con 20 años de prisión a Jeovanny Barahona por homicidio agravado.

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