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Sucesos - Juicio será el 2 de octubre

Salió a beber con su cuñado y ahora lo acusan de haberlo asesinado por órdenes de su hermana

La investigación de la Fiscalía determinó en este caso que la esposa de la víctima junto a dos de sus hermanos había contratado a dos pandilleros para cometer el crimen y así poder cobrar los seguros de vida. 

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Foto de referencia.
Salió a beber con su cuñado y ahora lo acusan de haberlo asesinado por órdenes de su hermana

Un puñado de latas de cervezas vacías y unos casquillos de bala fue lo poco que quedó luego de que Víctor Manuel Alfaro Bonilla, de 38 años, fuera asesinado luego de haber departido algunos tragos junto a su cuñado en la gasolinera Alba de La Garita, ubicada en la calle Concepción y final calle 5 de Noviembre de San Salvador.

El crimen ocurrió la noche del 15 de noviembre de 2014 y los hechos aún no están claros.  

Víctor llegó alrededor de las 6 de la tarde, como de costumbre, a llenar el tanque de su carro a la gasolinera. Junto a él, estaba su cuñado Carlos Humberto Vázquez y otros dos sujetos más que recién habían terminado de jugar un partido de fútbol en una cancha de la zona.

Los hombres, exhaustos del partido, se sentaron a departir unas cervezas en el lugar. Junto a ellos había otro grupo de hombres bebiendo. Luego de casi dos horas, iniciaron una discusión en la que se escucharon varios disparos.

Según los testigos, Víctor había sido el que disparó, producto del tiroteo un hombre resultó herido y sus amigos lo subieron a un vehículo para llevarlo hasta un centro asistencial. Víctor y su cuñado se fueron del lugar, esperaron que se calmaran las aguas y volvieron.

La acusación fiscal asegura que la idea de Víctor era regresar para recoger los casquillos para evitar algún problema legal. Se fueron a un costado de la gasolinera, donde hay una llantería, y fue ahí donde dos sujetos –presuntamente pandilleros- atacaron a balazos a Víctor, quien quedó tendido en la plancha de cemento de la gasolinera en la penumbra en la que lograron escabullirse los hechores.

Para cobrar unos seguros que nunca existieron

En un primer momento, las autoridades no tenían claro el móvil del hecho. Fue hasta seis meses después que un testigo criteriado confesó haber estado en una reunión con la esposa de Víctor, Sandra M., y dos de sus hermanos, quienes hablaron con dos pandilleros para que lo mataran.

Este testigo –a quien la Fiscalía ha bautizado como Morfi- contó que un mes antes del asesinato de Víctor, visitó el puesto de venta de tomates de Sandra cuando ella estaba reunida con sus hermanos y dos pandilleros.

En esa conversación, los escuchó decir que Carlos se encargaría de llevar a la víctima a la gasolinera donde se aseguraría de emborracharlo. Luego, lo llevaría a un lugar oscuro, frente a la venta de llantas, donde llegarían los dos pandilleros de la 18 Revolucionarios a darle muerte.

Según ese testigo, Sandra admitió en esa reunión que ella quería que se deshicieran pronto de Víctor, pues ella se quedaría con los bienes y seguros de vida de él.

Por este hecho, el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador celebró un juicio en contra de Sandra M., uno de sus hermanos y uno de los supuestos pandilleros que le había disparado. No obstante, el juez los absolvió de todo cargo, porque a su criterio no había suficiente evidencia que comprobara la participación de estas personas.

Asimismo, la defensa de Sandra M. y su hermano lograron comprobar que Víctor ni siquiera era poseedor de seguros de vida, y tan solo tenía una propiedad a su nombre, el resto estaban a nombre de ella. Por esa razón, la Fiscalía perdió el caso.

En aquel momento, a Carlos –el segundo hermano de Sandra- se le declaró rebelde y se inició un proceso de detención pues se había dado a la fuga. Fue hasta el 27 de julio de 2017 que el escapado se presentó a los tribunales y se abrió un juicio en su contra por su probable participación en el homicidio de Víctor, pues fue él uno de los únicos que estuvo en el lugar de los hechos, mientras Víctor se embriagaba.

Ahora, es el Tribunal Sexto de Sentencia quien llevará a cabo el juicio en contra de él. La Fiscalía tendrá una última oportunidad de esclarecer lo ocurrido esa noche, aunque todo apunta a que podría ser absuelto como sus dos hermanos debido a las mismas deficiencias fiscales.

El juicio estaba programado para este 30 de agosto; sin embargo la Fiscalía no asistió a la cita, por lo que el juez la reprogramó para el próximo 2 de octubre, cuando se espera que se ventilen los hechos. Carlos se mantiene con medidas sustitutivas a la detención.

Aclaración

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