Miembros de SIMEDUCO se concentraron a las fueras del Centro Escolar del Cantón San Bartolo, ubicada en el municipio de Ilopango, para protestar contra once despidos que la dirección efectuó ayer. Los manifestantes catalogan de un hecho injustificado y que atiende a intereses partidarios de la dirección. Buscan la restitución.

Los manifestantes aseguran que entre los despedidos hay 10 educadores que tienen más de 10 años de laborar en esa escuela -el que tiene menos tiempo- y en el caso más crítico una educadora que ha trabajado en ese centro por 23 años.

Otro de los casos que resienten es la destitución de una mujer que se dedica a la limpieza del centro escolar que es una madre soltera y quien ha dedicado varios años de su vida al servicio del centro escolar.

"Los compañeros llegaron ayer al centro educativo y el vigilante les informó que ya no trabajaban en el lugar al mismo tiempo de negarles la entrada, esa fue la forma en que se dieron cuenta sin haber recibido una notificación formal del despido fueron sacados de sus trabajos", explicó el el secretario general de SIMEDUCO, Francisco Zelada.

Los manifestantes catalogan esos despidos como actos arbitrarios de parte de la directora del centro escolar, a quien acusan de querer llevar a correligionarios del partido FMLN a ocupar esos puestos de trabajo. "Esto es una casería de brujas de todos aquellos educadores que somos críticos de la gestión del presidente Salvador Sánchez Cerén y en este centro no es el único lugar donde hay despidos", explicó Zelada.

Los manifestantes enviaron un mensaje al ministro de educación Carlos Canjura para que tome cartas en el asunto, además de exigirle que vele por la restitución de los mismos debido a que muchos de los maestros viven en la zona y recetarles un traslado a zonas más lejanas los perjudicaría.

"Esta situación nos ha afectado mucho porque luego de tantos años de trabajar, uno no se espera que le salgan con esto. Yo no he podido dormir pensando a que se debe esto y en que si nos trasladan a qué zona nos van a mandar", reprochoó una educadora que aseguró ha trabajado en ese centro por 23 años.