Desde registros de las personas que entraban y salían a los centros penales sin ser revisados, el testimonio del obispo castrense Fabio Colindres, álbumes fotográficos en los que se muestra a Raúl Mijango llevando a pandilleros a campamentos de adiestramiento en armas, hasta la disposición especial transitoria que permitió el ingreso de celulares a los penales, son algunas de las pruebas con las que cuenta la Fiscalía para convencer al juez del caso Tregua y que este ordene la apertura de juicio.

La Fiscalía expuso a lo largo de tres días los argumentos contra 22 funcionarios y exfuncionarios acusados de una lista de delitos que presuntamente cometieron para facilitar la denominada tregua que empoderó a los criminales al interior de las cárceles.

Con dichos elementos la Fiscalía busca demostrar la participación individual y grupal que los imputados, que entonces representaban al gobierno, tienen en el provisionamiento de recursos a los principales cabecillas de la Mara Salvatrucha y las dos facciones del Barrio 18.

Su principal tesis es demostrar que el gobierno planteó un proceso de pacificación, pero lejos de obtener una verdadera reducción de homicidios -que era el compromiso que las pandillas adquirían- lo que se tuvo fue un empoderamiento de las mismas al mejorar sus condiciones de operación.

La siguiente es una lista de las principales pruebas presentadas por la Fiscalía y cuyo resultado se conocerá hoy que continúe la audiencia:

1. Las fotos de Mijango y pandilleros a los que supuestamente adiestraba

Un álbum fotográfico muestra a Raúl Mijango conduciendo un microbús en el que llevaba pandilleros a un campo de adiestramiento en el uso de armas, el cual fue grabado por la Policía Nacional Civil (PNC) durante el periodo de la tregua que se inició en marzo del 2012.

El fiscal del caso aseguró que los pandilleros eran entrenados por un exmilitar "en el uso de armas de fuego, tanto cortas como largas, así como el arme y desarme del mismo, poniéndoles tiempo, técnicas de combate con ese tipo de armas, técnicas de retirada y hasta técnicas de evacuación para que pudieran sacar a los heridos en combates con las autoridades", explicó.

Los pandilleros que se entrenaban estaban en libertad y esa acción fue promovida como una de las condiciones que estableció uno de los cabecilla de la pandilla 18 que operaba en la comunidad Las Palmas, identificado como César Daniel Renderos, conocido por el alias "Muerto", quien fue sacado de Zacatraz, donde cumplía una condena de 75 años de prisión por ordenar el asesinato de dos niños que habían presenciado un crimen. El resultado en esa ocasión fue una masacre de cinco personas en el Plan de La Laguna.

"El Muerto", según un testigo criteriado, era del pensamiento que la tregua era pasajera y debían fortalecerse, adiestrarse para que las autoridades después del tiempo del proceso no los agarraran desprevenidos, explicó el fiscal.

2. El testimonio del mediador Fabio Colindres

El obispo castrense Fabio Colindres fue presentado en la audiencia preliminar como prueba de cargo -cuya función se basa en fundamentar las acusaciones de los imputados-; sin embargo al ser consultada la representación fiscal sobre su intervención sostuvo que su intervención no busca acusar a nadie, si no confirmar que hubo un proceso de pacificación promocionado desde las autoridades.

La Fiscalía sostiene que él participó en el proceso "de buena voluntad" para "sensibilizar y motivar" a los pandilleros a cumplir con la reducción de los homicidios, pero que nunca facilitó ilícitos a los pandilleros.

3. Las llamadas incriminatorias

La Fiscalía cuenta con una serie de llamadas telefónicas en las que tanto Mijango como miembros de la Inteligencia policial coordinaban reuniones clandestinas con pandilleros que estaban en libertad. En ellas se menciona una ocasión cuando fueron llevados los cabecillas de las dos facciones de la pandilla 18 para explicarles el proceso de la tregua y convencerlos de firmarla.

Además hay oras pruebas de esa reunión que confirman una disconformidad de los pandilleros que participaron en ella. "Muchos de los cabecillas no tenían la capacidad intelectual para hacer negociaciones, entonces ahí es donde Mijango los asesoraba en el tipo de peticiones que podrían hacer", explicó el fiscal.

4. Los reportes de ingresos a los penales

La parte acusadora cuenta con los reportes de ingresos a los penales durante el periodo de la tregua. Entre estos documentos está el ingreso de un camión lleno de cajas, aparentemente con Pollo Campero; pero que según la Fiscalía eran una fachada para que miembros de la Inteligencia Policial puediran introducir teléfonos celulares, cargadores, chips y cables para hacer conexiones eléctricas al interior de centros penales.

Debido a que se estableció que en muchas reuniones posteriores fueron llevadas cajas de comida rápida para los cabecillas presos, la Fiscalía concluye que ese fue "uno de los patrones" que se establecieron los mediadores para la introducción de ilícitos.