La vida de Aldo Alexander Peña, un agente transexual miembro del Cuerpo de Agentes Metropolitanos de San Salvador, no volvió a ser la misma desde el 27 de junio de 2015, cuando fue agredido por 10 policías quienes le propinaron una fuerte golpiza debido a su preferencia sexual. Tres agentes que fueron procesados por el hecho aseguran que no participaron en el ataque.

Peña regresaba de una manifestación promovida por organizaciones promotoras de los derechos de las personas con diversidad sexual, cuando tuvo una discusión con un motorista de la ruta 4 quien, tras el altercado verbal, decidió ir a poner una denuncia a la delegación de Ciudad Delgado, lugar donde el agente del CAM fue agredido por los policías.

De los 10 policías que agredieron a Aldo y su acompañante fueron procesados Manuel L., Melvin Neftali Hernandez Alvarado y Francisco Balmore Hernandez Martinez, quienes en su defensa aseguran que no participaron en los hechos y se respaldan en la investigación que la PNC realizó y que incluso les avala para recibir asistencia con abogados contratados por la corporación.

“Las lesiones físicas ya pasaron, pero las psicológicas aún persisten”, remarcó Peña en su declaración, en la cual hizo ver que presenta traumas que le complican su desempeño laboral debido a que en su trabajo tiene contacto directo con agentes de la PNC.

“Pasé un año sin poder salir a la calle en mi trabajo, y aún me genera desconfianza estar en compañía de policías”, manifestó el agente del CAM, cuyo nombre legal es Alicia del Carmen Peña.

En su declaración ante un jurado y el juzgado Quinto de Sentencia, Peña recordó que fue vapuleado en la calle principal de Ciudad Delgado y que al reaccionar se encontraba amarrado y sin tener claro el motivo de su detención.

Pérez –quien acompañaba a Aldo- también fue agredida por los elementos policiales, en especial por dos mujeres que se encontraban en calzoneta en la delegación. “Me pegaban patadas y me decían vieja puta, perra maldita”, recordó la mujer.

Peña también agregó que pidió explicaciones a los agentes sobre su situación legal, y que estos únicamente le manifestaban que no lo podían dejar ir debido a que era evidente que había sido víctima de agresiones y que ello los ponía en peligro.

“Yo incluso les juré que no los iba a denunciar pero no me dejaron ir, aún viendo que necesitaba asistencia médica”, insiste el transexual quien luego de presiones de organizaciones de la comunidad LGTBI fue trasladado a un hospital.

Tanto Susana como Aldo aseguran que al momento de estar en el hospital los agentes no los dejaron hablar y que incluso estos consiguieron medicamentos sin que un doctor los examinara.

Para evitar acciones en su contra, los policías que golpearon al transexual idearon una acusación en contra de este por haber golpeado en el rostro a uno de los agentes que participó en su detención. En diciembre del año pasado, Peña fue sobreseído por dicha acusación.

Por su parte, los abogados que trabajan para la PNC aseguraron que los tres miembros de la corporación fueron sometidos a una rigurosa investigación que demostró que no tenían participación en los hechos que se les atribuyen.

“Si ellos hubieran sido encontrados culpables en el proceso que se abrió en la institución (PNC), no estuviéramos en este tribunal”, remarcó uno de los abogados de la defensa.

Asimismo admitieron que los agentes están destacados en dicho municipio de San Salvador, pero que estos no estaban presentes en la zona al momento que se produjeron los hechos.

Los apoderados legales de los agentes destacaron que incluso las mismas víctimas hablan de un gran número de policías involucrados y alegaron que estos pudieron haberse confundido debido a diferentes circunstancias ocurridas en el desarrollo de los hechos.

Tras una larga vista pública desarrollada este jueves, el juez dictaminó cuatro años de prisión para los agentes Hernández Alvarado y Hernández Martìnez, mientras que se decretó sobreseimiento para Manuel L.