• Diario Digital | viernes, 26 de abril de 2024
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Sucesos - Relato de una mujer policía

“Para una mujer, estar en la Policía es como estar entre lobos... compañeros me han querido violar dos veces”

En medio de cuatro hechos recientes en los que las víctimas han sido mujeres policías, una agente cuenta los inconvenientes que pasan dentro de la Corporación, entre los que relata abusos de autoridad, intentos de violación y menosprecio de su trabajo.

Mujeres policias
“Para una mujer, estar en la Policía es como estar entre lobos... compañeros me han querido violar dos veces”

Ante los últimos hechos de asesinatos, desaparición y suicidios en los que las protagonistas han sido cuatro mujeres policías, una agente contó el calvario que viven dentro de la Policía Nacional Civil (PNC), entre los que cuentan abusos de autoridad, intentos de agresiones y menosprecio de algunos compañeros.

Según expertos consultados por El Salvador Times, este contexto que viven a diario los agentes es un detonante para casos como dos recientes suicidios de agentes. A las situaciones que viven dentro de las delegaciones se suman factores externos como la exposición a criminales, largas jornadas de trabajo, ingesta irresponsable de alcohol y otros.

Delmy, como llamaremos por razones de seguridad a esta agente, tiene más de 20 años de servicio en la institución. Este es su relato de las situaciones que le ha tocado vivir en ese tiempo:

Para una mujer policía, estar en la institución es como estar en medio de lobos dentro de tanta maldad. Uno se tiene que cuidar de los malos que hay afuera y dentro de la PNC, porque ellos (policías) quieren carne solo para ellos. Tenés que cuidarte de los pandilleros y de tus mismos compañeros policías, porque ellos no se hacen responsables de tus actos, además, pueden simular que te matan y lo que hacen es entregarte a los delincuentes.

Como mujer he vivido momentos en que no te respetan y te tratan como basura, te acosan sexual y laboralmente, aparte que te discriminan. Algunos jefes nos acosan y maltratan si uno no se acuesta con ellos y nos ven de menos sólo porque tienen un grado superior.

Hay quienes averiguan sobre la vida personal de las compañeras para denigrarlas; ahí andan manchando la hoja de una dentro de la institución contando cosas.

Cuando vas a los operativos tenés que pararte igual que ellos, porque si no te dejan sola y no les importa que te quedes lejos realizando el procedimiento, se van y te dejan.

Comportamiento machista

Si una mujer llega como nueva a un puesto y les gusta, hacen apuestas entre ellos para comprobar quién la puede llevar más rápido a la cama.

Una vez escuché a alguien que dijo "Apostemos a ver quien le cae primero", como elevando su ego machista y ver esa conquista como una rayita más para el tigre.

Y si uno no les hace caso o no accede a sus pretensiones, le levantan falso testimonio, comienzan a desprestigiarla diciendo que tiene varios maridos, que es fea y le ponen defectos.

Un cabo me dijo "Hoy serás mía"

Recuerdo que hace años estaba recién llegada a una subdelegación en Occidente y en las madrugadas los compañeros se ponían a jugar naipes.

Una vez, un cabo me dijo que fuéramos a hacer un patrullaje solo los dos. Yo me alisté, llevé mi lámpara y mi Tonfa Batón (bastón). Era de madrugada y estaba lloviendo. Caminamos mucho y llegamos hasta un callejón.

Estando ahí, el cabo me dijo "Hoy serás mía", me empujó y caí al suelo. Al principio me afligí, pero tomé valor y le dije "Se equivoca". En ese momento se me tiró encima y nos forcejeamos, hasta me arrancó los botones del uniforme.

Se enrolló en mi pelo y me arrastró, pero como yo andaba gas pimienta, lo saqué y se lo rocié en la cara; así pasé luchando unos 25 minutos para evitar que me abusara.

Cuando logré soltarme, corrí y llegué a la subdelegación. Ahí me encontré con los otros agentes que se rieron de mí, uno de ellos me preguntó si me había gustado lo que me habían hecho y los demás se burlaban.

Después nos llamó el jefe, al cabo le abrieron un expediente disciplinario y lo sancionaron con 90 días de suspensión. También sancionaron a los otros agentes de la subdelegación con los que se había puesto de acuerdo para atacarme.

"Si te ahuevás, te cogen" 

Como siete años después de ese hecho volví a pasar otra experiencia similar, siempre en una subdelegación de la zona.

Un día hacíamos un patrullaje durante la noche y nos bajamos del carro patrulla en un sector peligroso. Ese día escuchamos unos pasos, de repente me quedé sola y vi que dos sujetos corrían y llevaban puestos gorros navarone, así que saqué mi pistola y les disparé y llamé a la subdelegación para pedir refuerzos.

Posteriomente, a los que les llamé llegaron al lugar para auxiliarme y de repente, mis dos compañeros que habían salido conmigo aparecieron.

A los días, uno de los dos compañeros con los que salimos a patrullar contó que esa noche habían planeado violarme simulando un ataque de pandilleros y por eso se habían puesto los gorros, para que yo sintiera miedo y no los reconociera y cediera a acostarme con ellos a la fuerza.

Querían joderme porque decían que yo era creída y me negaba a tener sexo con ellos. Recuerdo que después de esa ocasión, el jefe policial me dijo: "Sabés, cipota, tenés coraje. Si te ahuevás, estos te cogen".

Al final, a esos compañeros los sancionaron por una falta grave y los mandaron a un puesto en Oriente y a los días, a mí me mandaron a otro lugar en La Libertad.

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