Dos poemas de Amílcar Colocho y uno más…
Tengo el honor de haber sido hermano en los senderos de la poesía y camarada de Amílcar Colocho, fundador del taller literario Xibalbá, quien el 30 de octubre de 1990 ofrendó su vida dentro de las filas del ERP-FMLN histórico en las faldas del volcán de San Salvador, luchando contra la dictadura político-militar de aquel entonces y en pos del actual régimen de libertades y proceso democrático salvadoreño.
Amílcar nació el 24 de enero de 1965.
Aquí, dos poemas suyos y uno más:
10 DE MAYO
(Amílcar Colocho)
Vos que de no haber nacido, no harías falta a mi
desnudo instinto
de haberme quedado aislado,
marcharía
sin la atención que merece cada ojo enfriado
de uniformes.
Ahora ya no sirven las soledades y vamos dispuestos
a no perder ninguna flor, en el intento.
TRASHUMANTE (I)
(Amílcar Colocho)
Hoy que regrese de la muerte
penetro de nuevo en tus heridas
en el canto que te alumbra la vida a la hora de la ausencia
yo el hambriento
el que bebió tu sangre con la noche
y se marchó luego
sólo con el recuerdo
GUERRERO COLIBRÍ
(Para mi Hermano Amílcar Colocho —Chano)
Es enero y de madrugada de un año cualquiera,
y el viento me trae tu sonrisa, sonrisa transdimensional de un Guerrero Colibrí.
Es enero y mediodía de un año cualquiera,
y entre el gentío de la Terminal de Oriente caminamos hacia el turno venidero
y tú me indicas que no hay que escribir poesía,
sino andarla y tornarnos ella...
Es el viento la madrugada el mediodía y un año cualquiera,
y los caminos nos distancian, te multiplican y nos entrelazan
—y tus eternas orquídeas para mi madre—
Tú, aunado con la inmensurable carcajada de Roque y
Otros Guerreros y Guerreras Colibrí,
y yo con la melancolía de tu adolescente mirada
Hoy eres por siempre verso-antorcha,
el corazón de Prometeo y Quetzalcóatl,
pergamino oculto de la Avanzada...
Tú, Guerrero Colibrí…