El condenado es William Alexander Morales Quevedo, quien, según la investigación fiscal, usaba las redes sociales para identificar y contactar a sus víctimas, haciéndose pasar por otra persona para ganar su confianza.
El sujeto enfrentó el juicio y el Tribunal de Sentencia de Cojutepeque lo condenó a 26 años y seis meses de cárcel.
González les amenazaba a los residentes de la lotificación para que dejaran sus casas, de lo contrario atentaría contra ellas.
Las investigaciones arrojaron que Ochoa obligaba a huir de la zona a soldados y policías junto a sus familias que habitaban en los cantones y caseríos de varios municipios de San Miguel.
La abogada de la víctima denunció que el profesor va a seguir impartiendo clases en el ciclo que está por iniciar
Cinco pandilleros rondaban la zona en donde la familia se encontraba velando a una persona civil, uno de ellos abre fuego y termina eliminado por agentes policiales.
La orden de captura administrativa se emitió en la sede fiscal de Sonsonate y se dio la detención en el cantón Shon Shon, de Izalco.